Emprendedoras de 36 organizaciones exponen sus cosechas en la feria de Riobamba. Foto: Cristina Márquez / EL COMERCIO
La feria de emprendimientos del Gobierno Provincial de Chimborazo se inicia cada viernes con puntualidad. Los representantes de 36 asociaciones comunitarias y emprendimientos familiares se instalan en los exteriores del edificio de esa entidad a las 08:00.
Ellos comercializan hortalizas orgánicas, frutas, productos elaborados, lácteos, cárnicos, artesanías, prendas de vestir, zapatos entre otros productos. La feria ya cumplió cuatro años desde su inauguración.
“El desafío más grande para los emprendimientos comunitarios, siempre fue la comercialización. Estábamos buscando espacios para exponer los productos de las comunidades y así se inició”. Recuerda Belisa Álvarez, responsable de la Unidad de Emprendimientos del Gobierno Provincial.
En el 2013, la feria arrancó con seis emprendimientos comunitarios de Chimborazo. Pero la buena respuesta del público que asistía cada semana a la exposición motivó a más comunidades a organizarse y sumarse a la iniciativa.
Una de las primeras organizaciones en participar fue la Asociación de Mujeres de Pichán Central, una comunidad ubicada a 30 minutos de Guano, en el norte de la provincia. Ellas comercializan hortalizas y vegetales de todo tipo con un valor agregado: están limpios y listos para el consumo.
“Desde el principio tuvimos buenos resultados. Nuestros ingresos se mejoraron cuando empezamos a vender nuestras legumbres aquí, y esperamos continuar creciendo”, dice Martha Guamán, presidenta de la Asociación.
Para Pedro Brito, técnico de la Unidad de Emprendimientos, el éxito de la feria también está relacionado con la capacitación que los productores recibieron sobre servicio al cliente. “Ellos explican a los compradores todo el proceso de producción, y la forma en la que ayudan al desarrollo comunitario al comprar sus productos. Esa es una gran fortaleza”, afirma Brito.
Aunque en realidad, el proceso de organización previo a la exposición de los productos se inició desde antes. Cada organización recibió asesoría técnica para mejorar sus procesos de producción, y algunas incluso recibieron insumos, como Vitatuna.
Ese emprendimiento agrupa a 67 agricultores del cantón Guano que elaboran un tónico energizante y revitalizante hecho con hojas de nopal, mermelada y vino de tunas. Esta corporación se integró en el 2005 patrocinada por el Municipio de Guano, el Gobierno japonés y el Gobierno Provincial.
En un inicio, la idea era sembrar nopales para cosechar cochinillas, un insecto que se alimenta de las hojas de esa planta y a partir del cual se obtiene el carmín, que es la materia prima en la elaboración de cosméticos.
Sin embargo, los emprendedores notaron que incluso más rentable que los 30 kilogramos de carmín que obtenían por cada hectárea, eran las frutas que empezaron a cosechar dos años después.
“Aprendimos todo respecto a la tuna. Es un cultivo que no requiere muchos cuidados y puede sobrevivir con cantidades mínimas de agua, pero aprendimos cómo abonarla para mejorar la calidad de la cosecha”, cuenta el presidente de esta corporación, Gerardo Vizuete.
Otro emprendimiento comunitario que se expone en la feria es el de la comunidad Shilpalá, situada a 20 minutos de Riobamba, en Chimborazo. La organización está integrada por 27 familias.
Ellos elaboran mermeladas de forma artesanal con las frutas y verduras que los comuneros cosechan de sus huertos orgánicos. No contienen colorantes artificiales, conservantes ni otros aditivos químicos.
Estas familias recibieron capacitación en varias áreas por parte de especialistas de la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA), y forman parte de un proyecto de desarrollo comunitario que se inició en el 2014.
Horario
La feria de artesanos se realiza todos los viernes, desde las 08:00 hasta las 12:30 en Riobamba.
Preferencia
Los clientes de la feria son en su mayoría funcionarios del Gobierno Provincial.
Participación
Los socios de la organización se rotan para participar en la feria. Hay fechas asignadas.
Organización
Los emprendedores planifican la exhibición de los productos para no repetirlos.