El 21 de marzo del 2018, coincidiendo con el equinoccio, se llevó a cabo el reconocimiento de las mejores fanescas de la ciudad. El evento, que cumple su séptima edición, se realizó en el Convento de Santo Domingo.
Las fanescas seleccionadas pasaron varias pruebas, tanto técnicas como gustativas a cargo de un jurado de chefs de la Universidad de las Américas (UDLA) y miembros de Quito Turismo. De entre más de 40 establecimientos, se escogieron 20 recetas ganadoras.
Felipe Romero, decano de gastronomía de la UDLA, explica que al igual que en el 2017 se buscó sostenibilidad en las recetas premiadas. Como requisito los establecimientos debían tener como mínimo un productor local pequeño de mercados sostenibles y orgánicos. Los proveedores de ingredientes para la fanesca también estuvieron presentes en el evento.
Los establecimientos recibieron un reconocimiento que otorgó el Municipio de Quito junto con la Universidad de las Américas. Foto: cortesía Agencia de Noticias Quito.
Para este año, Romero resaltó que se amplió la búsqueda más allá de Quito, logrando que participen también recetas de fanesca de Cayambe. Los locales recibieron una inspección técnica que según Romero evaluó el local, el servicio, el origen de la receta, lo sabores, sus cualidades organolépticas y equilibrio.
En la edición 2018 se buscó también resaltar las preparaciones de la fanesca previas a la conquista. El ‘uchu cuta’ fue el potaje que dio origen al plato que hoy se conoce. Esta preparación hacía honor a las cosechas y en un caldo se cocinaban los granos. La llegada de los españoles hizo que se sincretice la receta añadiendo los lácteos que le dan la textura que le caracteriza.
Verónica Sevilla, gerente de Quito Turismo, aprovechó el evento para alertar al público de las menciones que Conde Nast realizó en noviembre sobre la ciudad como uno de los destinos para visitar en el 2018.
Como decoración, se colocó cerca de las fanescas los granos que se utilizan para preparar este platillo y los acompañamientos con los que se consume. Foto: cortesía Agencia de Noticias Quito.
Sevilla destacó además proyectos culinarios que se trabajaran con universidades como un laboratorio a instalarse en la calle García Moreno en donde se generarán menús quiteños para degustación. “Porque no podemos amar lo que no conocemos”, concluyó la gerente.
Las fanescas de esta edición se pudieron degustar alrededor de la pileta al interior del convento. Un espacio en el que el público pudo conocer las preparaciones así como a los chefs, cocineros y cocineras que los elaboran.
Un total de 20 mesas fueron dispuestas alrededor del patio central y allí se colocaron recipientes con los granos típicos como choclo, fréjol, melloco. Además los infaltables adornos de este platillo como las rodajas de huevo, maduro frito, queso, empanaditas.