Falleció un joven que se comió una babosa hace ocho años

Diversos animales como pequeños como los camarones, caracoles, cangrejos o ranas pueden terminar ingiriendo las heces de estas ratas y terminarán hospedando a este parásito que puede resultar mortal para el ser humano

Diversos animales como pequeños como los camarones, caracoles, cangrejos o ranas pueden terminar ingiriendo las heces de estas ratas y terminarán hospedando a este parásito que puede resultar mortal para el ser humano

Diversos animales como pequeños como los camarones, caracoles, cangrejos, babosas o ranas pueden terminar ingiriendo las heces de ratas infectadas y terminarán hospedando a este parásito que puede resultar mortal para el ser humano. Foto: Pixabay

En 2010, Sam Ballard era un jugador de rugby de 19 años con toda una vida y una carrera por delante. Sin embargo, una pequeña decisión ocasionó que el joven estuviera durante más de un año en coma, para después despertar cuadrapléjico, en una silla de ruedas y sufriendo convulsiones durante ocho años. Finalmente, luego de aguantar durante casi una década todas estas secuelas, Ballard falleció a finales de octubre del 2018.

La vida del joven australiano cambió por completo durante una reunión con unos amigos. Él tomó babosa que en ese momento se encontraba cruzando por el piso, cerca de la mesa en la que estaban sentados. Acto seguido, la engulló.

El portal australiano News.com.au asegura que Ballard comenzó a sentirse mal un par de días después de lo ocurrido. Empezó a sentir un dolor muy fuerte en las piernas y vomitó mucho. En un principio, la madre sospechó un cuadro de esclerosis múltiple, pues el padre del muchacho había lidiado con la enfermedad, pero los médicos la descartaron.

En un punto, el joven le indicó a su madre que se había comido una babosa, pues era lo único fuera de lo común que él recordaba haber hecho. “Nadie se muere por eso”, respondió en aquel momento su madre. Sin embargo, después de que el chico le contara esto a los médicos, la historia cambió.

Ballard fue diagnosticado, según CNN, con la enfermedad del gusano pulmonar de rata, generada a raíz de un gusano parasitario cuyo nombre científico es Angiostronjilus cantonensis. Este se aloja en los pulmones de las ratas y es despedido mediante excreciones.

Imagen de Sam Ballard en un reportaje australiano transmitido en abril de 2018. Foto: Captura

Diversos animales como pequeños como los camarones, caracoles, cangrejos o ranas pueden terminar ingiriendo las heces de estas ratas y terminarán hospedando a este parásito que puede resultar mortal para el ser humano, detalla un artículo del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.

Los humanos pueden infectarse con este gusano cuando comen cualquiera de estos animales que lo hospedan. Sin embargo, esto solo ocurre cuando estos animales están crudos o mal cocidos al momento de ingerirlos. También puede transmitirse por medio de verduras mal lavadas en las que han habitado caracoles o babosas.

Según un informe el Departamento de Australia, no todos los casos de esta enfermedad presentan síntomas y, en algunos otros, son muy leves. Sin embargo, hay veces en que este parásito puede generar una infección en el cerebro demoninada meningo-encefalitis eosinofílica. Esto puede generar una meningitis severa y, en algunos casos, puede resultar fatal. 

El funeral de Sam será el próximo jueves 8 de noviembre de 2018, según anunció un amigo suyo en redes sociales. Otro de sus amigos recuerda que, durante sus últimas horas de vida, alcanzó a decirle "te amo" a su madre en repetidas ocasiones, antes de fallecer. 

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