Primero se limpia, luego se cogen las fallas y se lija para dar uniformidad.Foto: Alfredo Lagla/EL COMERCIO
Tarde o temprano, la pintura o los estucados que cubren las paredes de una vivienda acaban por estropearse. Y aparecen fisuras, grietas, desportillados, hongos..
Y no queda más que cubrir esas fallas.
La primera acción es identificar si se trata de fisuras o grietas.
Las fisuras tienen un espesor de 1 mm, en promedio; las grietas son mucho más grandes y profundas.
Las grietas son más peligrosas porque, generalmente, se producen por asentamientos del suelo debidos al peso de la cimentación y de las paredes, los sismos…
En este caso, se precisa consolidar el muro corregir el asentamiento y curar la grieta, envinchándola y luego enluciéndola nuevamente.
Las fisuras del enlucido, en cambio, pueden darse por diversas razones, la principal por la utilización de un mortero deficiente.
¿Cómo curar estas fallas?
Primero, hay que identificar el problema, explica el maestro José Aneloa.
Luego siguen la lijada y la masillada, para que las paredes queden bien lisas. Inmediatamente se pone fondo blanco, con una combinación de carbonato de calcio más espesante y más resina.
Los tres productos se adquieren en las ferreterías.
Cuando la masa que sale de estos tres productos está manejable y maleable, está lista para el uso, dice Aneloa.
Entonces es el turno del estucado, para las paredes que necesitan. Es mejor colocar capas finas.
A continuación se lija otra vez con suavidad, se pasa resina y, finalmente, unas dos manos de pintura.