320 niños celebraron su día con un sobrevuelo organizado por las Fuerzas Armadas del Ecuador (FAE). Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO
Cerca de 320 pequeños de entre 6 y 11 años, llegaron la mañana de este viernes 30 de mayo a la Base Aérea de Taura, cerca de Guayaquil, para celebrar el Día del Niño, que se conmemora este 1 de junio.
Entre risas, los pequeños disfrutaron de un espectáculo con payasos, concursos, y trucos de magia. Luego, la alegría se mezcló con nervios, cuando les anunciaron que un avión de las Fuerzas Armadas del Ecuador (FAE) los llevarían a un sobrevuelo.
El Boeing 727, con capacidad para 155 personas, realizó tres salidas grupales con los pequeños. Para la mayoría, esta fue la primera vez que viajaban en avión.
Los niños, estudiantes de escuelas fiscales de la Sierra y la Costa, subieron emocionados a la aeronave, algunos acompañados de sus padres. Luego de que todos se ubicaron en sus asientos, corearon juntos un conteo regresivo. “¡10!”. El avión empezó a rodar en la pista. “¡9, 8, 7, 6…!”. Finalmente, cuando ganó velocidad: “¡5, 4, 3, 2, ¡1!, despegó.
Los niños y niñas agasajados pertenecen a escuelas fiscales de la Costa y de la Sierra. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO
Mientras el avión se elevaba, Evelyn, de 11 años, se agarraba el abdomen mientras reía. “Siento cositas en la panza”, le dijo a su compañero Jason, sentado junto a ella. Él le contestó emocionado: “¡es que estamos volando!”.
Otros niños levantaban las manos, como si estuvieran en una montaña rusa, mientras algunos señalaban con sus dedos las casas a lo lejos, mientras estas se volvían cada vez más pequeñas.
“¡Mira las casas chiquititas!”, le decía Nathaly a una de sus compañeras que se cubría el rostro con una toalla pequeña, mientras otra niña, a su lado le hacía cosquillas y le decía que pierda el miedo.
El agasajo es un tradición en la FAE y forma parte de su programa ‘Alas para la alegría’. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO
Mientras tanto, a través de los parlantes, la voz del capitán del vuelo, animaba a los chicos.
Estos vuelos son ya una tradición de la FAE, a través de su programa ‘Alas para la alegría’, desde hace 20 años, para dar la oportunidad de que niños de escasos recursos vivan la experiencia de volar y conozcan el Ecuador desde el cielo. Así lo aseguró Celiano Cevallos, de la FAE.
Dentro del avión, los niños se hacían preguntas entre ellos y a sus padres, gritaban emocionados, se reían. David le pregunta a su amigo: “¿Nos verán desde abajo?”.
Cada vuelo duró entre 20 y 30 minutos. Al regresar a la base, los niños compartieron un almuerzo organizado por la FAE. Ya en tierra, comentaban la experiencia. “Al principio tenía miedo, ahora quiero hacerlo de nuevo”.