Con la edad una disminución hormonal es una de las causantes de la pérdida de líbido. Foto: Pixabay.
A los hombres no les gusta hablar de ello y tampoco a sus parejas, pero la pérdida de libido o del deseo afecta a una pareja más que otras disfunciones sexuales.
Sucede a un 15-16% de hombres y al menos al doble de esa cifra en el caso de las mujeres. “Pero cuando ellos pierden interés en el sexo se asustan mucho más que ellas puesto que su masculinidad está relacionada con su sexualidad y esto se convierte en una amenaza. Esta pérdida también les vuelve más infelices por el resto de sus vidas en comparación con las mujeres”, señala la doctora Esther Perel, terapeuta de parejas y autora de libro ‘Mating in Captivity’ (Emparejamiento en cautiverio)
Solo un 23% de hombres que sufren de pérdida de libido afirma sentirse muy feliz con su vida en general, versus un 46% de mujeres. Pero la pérdida de ello no es algo con lo que se tenga que vivir, hay mucho que hombres y mujeres pueden hacer para volver a disfrutar de su vida sexual.
Según la doctora Isadora Alman, terapeuta especializada en temas de sexualidad, matrimonio y familia, es común que una mujer pierda interés en el sexo cuando se produce un trastorno en sus hormonas, por ejemplo el embarazo, la lactancia o la menopausia.
“Los hombres enfrentan una disminución natural hormonal con la edad o puede suceder de manera repentina como lo que pasa luego de una cirugía de la próstata. En todo caso, un declive en la testosterona tanto en hombres como en mujeres, causa una declinación simultánea en el interés sexual, por eso es lo primero que se analiza cuando se presenta una pérdida de libido”, señala Alman.
Añade que la segunda causa de la pérdida del interés sexual es personal e individual, esto significa que no tiene nada que ver con la pareja. Una persona puede estar enferma o con dolor, sentirse sobrecargada o experimentar los efectos de un medicamento debido a una condición específica, algo que causa la pérdida del libido.
Puede también estar luchando con demonios propios como la presión en el trabajo o los problemas familiares o tener ciertas creencias, por ejemplo que el sexo no es apropiado según sus costumbres.
En estas circunstancias, atender las necesidades sexuales de la pareja pudiera verse como otra tarea en una vida llena de obligaciones y trabajo y, discutir al respecto, no es tan fácil.
“La tercera causa es la falta de interés sexual debido a lo que está sucediendo en la relación. Cuando una persona está enojada con su pareja o disgustada con su comportamiento, tener un encuentro sexual es lo último en lo que puede pensar”, añade Alman.
¿Qué hacer?
La experta sugiere que se exploren las posibles causas. Si se descubre que existen causas físicas que llevan a esto, deben acudir a los especialistas.
En ocasiones, según Alman, luego de que una mujer deja de producir la lubricación natural, el acto sexual puede ser incómodo o doloroso. Existen muchos productos en el mercado para reemplazar tal lubricación, que se aplican a la mujer o a su pareja.
Asimismo, en muchos casos la educación puede mejorar las cosas e incluso resolver el problema, por lo que es importante conversar con los facultativos expertos en este campo.