Jaime Izurieta y AnaMaría Garzón, dos de los fundadores del Museo Nómada, durante la inauguración de la muestra ‘Derivas’. Foto: Carla Sandoval/EL COMERCIO.
Una deriva es un desvío. Ese es, precisamente, el eje de la primera exposición del Museo Nómada que se inauguró la noche del pasado martes 18 de octubre de 2016, en la galería +Arte. Enfocada en la ciudad, y enmarcada en la celebración de la primera conferencia de Naciones Unidas sobre vivienda y desarrollo urbano sostenible, Hábitat III, la exhibición muestra la visión de siete artistas sobre la ciudad.
Los artistas que participan en la muestra son: Pablo Andino, Santiago del Hierro, Sofía Acosta, Pamela Cevallos, Wendy Ribadeneira, Fabiano Kueva y Roberto Vega. Ellos producieron su obra caminando por las calles de Quito. El fin de ‘Derivas‘ es presentar una forma distinta de pensar en las ciudades.
En sus recorridos, según explicó uno de los fundadores del Museo Nómada, Jaime Izurieta, los artistas recopilaron fotos, vivencias y experiencias y produjeron los afiches que se exponen en la galería.
Santiago del Hierro presentó su obra Arquitecto de Abril en la que imagina con fotografías la cotidianidad de las zonas destruidas por el terremoto. Mientras que Roberto Vega exhibe Grietas, una obra que ahonda en cómo las ciudades no pueden escapar al tiempo y al movimiento que carcomen sus estructuras. Él localizó grietas en la ciudad, y creó con ellas un mapa imaginario.
Fabiano Kueva expone en ‘Derivas‘ dos obras. Una de ellas es Vivienda progresiva en la cual invitó a varias personas a recorrer y redibujar un plano de Quito. La segunda es Hacia un Mapa Marica 1985-1992, en esta creó una cartografía de lugares que personas de la comunidad Glbti frecuentaban cuando la homosexualidad era un delito en el Ecuador.
Sofía Acosta tomó una muestra de agua del río Machángara y la mezcló con pintura amarilla. Así creó su obra Cacañan (un camino de m…) que fue una acción política “buscando evidenciar tanta m… que hay en la ciudad“. Su acción quedó registrada en un video que es parte de la muestra. Las botas, la pintura y otro poco de agua del río también se exhiben en la galería.
Con su obra, Pamela Cevallos ‘silenció’ simbólicamente al fundador de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Benjamín Carrión, cubriendo su busto en la edificación, así como lo hizo Pablo Barriga en 1993.
El artista visual Pablo Andino recorrió el barrio Puertas del Sol desde Plastillán hasta la cancha barrial. Mientras lo hacía masticaba chicle mezclando colores y registrando así la cromática que apreciaba en el sector. Mientras que Wendy Ribadeneira explica con su obra cómo la ciudad se construye a partir de los segmentos habitados por las personas.
‘Derivas‘ es un proyecto fácil de replicar. Este sábado 22 de octubre de 2016 desde las 10:00 se realizarán recorridos en la ciudad con el fin de que los asistentes puedan crear su propia deriva. Recorrerán un tramo de la ciudad de Quito y registrarán la huella que dejen en él, tal y como lo hicieron los artistas que exponen en la muestra.
Las imágenes de los resultados pueden ser enviadas a Instsgram con las etiquetas #Derivas y #MuseoNomada, al mail elcorreonomada@gmail.com o a la página de Facebook del Museo Nómada.
El Museo Nómada es un museo sin paredes que sigue las líneas de trabajo de un museo tradicional que fue fundado por la curadora Anamaría Garzón, el arquitecto Jaime Izurieta y la artista Rosa Jijón. Su fin es darle a Quito un museo de Arte Contemporáneo. Nació con el fin de investigar el rol de los museos en el mejoramiento de la calidad de las ciudades, explicó Izurieta durante la inauguración de la muestra.
Para poder surgir, el proyecto recibió un Grant de producción de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) y apoyo de Diners Club. Además, lograron recaudar fondos gracias al Club de Amigos del Museo Nómada.