Byron López, psicólogo clínico e investigador
¿Qué explica el acoso escolar?
El acoso escolar es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal, físico o social. Se produce entre escolares, de profesores a escolares, de escolares hacia los profesores y entre los directivos y profesores. En nuestro medio ocurre en todo el sistema educativo, en los niveles preprimario, primario, secundario y superior.
¿Este fenómeno reproduce, entonces, la violencia doméstica?Este maltrato ocurre por la conflictividad de la sociedad y de los hogares. También influye el método represivo de los padres hacia sus hijos. El imperativo debe ser una educación en paz, con amor, en términos de comprensión y libertad, para el ejercicio del derecho que asiste al ser humano.
¿Qué caracteriza a una persona acosadora?
El acosador tiene inestabilidad emocional e impulsividad. Padece de un estado de salud mental psicopático. El sujeto no está en ajuste con la realidad y reacciona violentamente.
¿Y a un acosado?
Esta persona tiene personalidad depresiva y estresada. Hay tristeza, pierde su autoestima, se siente aislado. El sujeto vive en miedo.
¿Los niños agresores no solamente lo son en la escuela?
El acoso escolar no solo se practica en el aula, sino en la calle. El agresor se desahoga también fuera de la institución educativa. Lo traslada al diario vivir, en la casa, en el barrio’ Son sujetos que se arman en pandillas para hacer agresiones. Estas actitudes desestabilizan el desarrollo integral de la personalidad humana. Los agresores más tarde tienen problemas legales por su conducta violenta. Estamos prácticamente observando a los futuros delincuentes.
¿Y qué pasa con el resto de niños que son testigos del maltrato?
Ellos entran en miedo, toman rechazo frente a estos agresores y acosadores. Pero también aprenden lo negativo. Es decir, se obedece a base de chantaje, de imposición autoritaria. Ellos también entran en estados de tristeza, que les produce una depresión por observar un escenario lleno de conflictos y la falta de respeto a la condición humana.
¿Qué hacer para controlar a un alumno que hostiga a un compañero suyo?
El acosador requiere ayuda. Pero con alternativas de comportamiento. Necesita una orientación terapéutica. Si no recibe atención la actitud violenta le causa daño en la salud mental.
¿Qué pasa cuando se recurre al castigo?
El castigo no está recomendado. Este causa mayor violencia y genera represalias en el agresor y lo vuelve más acosador. Es factible comprender la situación psicológica que lo impulsa a la agresividad. De esta manera se corregirá la conducta y generará un cambio de actitud de paz con sus compañeros.
Si no se hace nada contra el acosador, ¿de alguna manera se trata de un caldo de cultivo de la impunidad?
Ya existe la impunidad en diversas instituciones educativas. Las consecuencias son los daños severos en la salud física y mental de las personas. Las víctimas pueden sufrir lesiones físicas, miedo, ansiedad, falta de rendimiento, etc. Incluso presentan dolores psicosomátios, (estómagos, cabeza, falta de apetito y, además, problemas del sueño).
¿Cómo actuar para evitar la impunidad?
La recomendación es crear la Defensoría del Estudiante en todos los establecimientos de preprimaria, primaria, secundaria y superior del país.
¿Esta Defensoría sería una especie de juzgado?
La función sería la prevención, supervisión del buen trato y la resolución de conflictos. La entidad debe estar integrada por pedagogos, psicólogos y trabajadores sociales. Esta Defensoría requiere tener un plan integral del buen trato para evitar el acoso escolar.
¿En todo caso, es una forma de maltrato que debiera ser sancionada?
Las sanciones en nuestro medio son castigos. Estos agudizan el problema, el asunto es resolver conflictos. La Defensoría cumpliría este objetivo.
De su experiencia, ¿cree que los padres de familia y los profesores dan poca atención a este problema?
Así es. No le toman en serio y pasan por alto. Por ello el problema se agudiza. Es necesario que haya una comunicación entre los estudiantes que son víctimas de acoso, entre profesores y los padres para buscar soluciones. Hay que crear una cultura de respeto.
¿Los niños se encuentran indefensos en los planteles educativos, en lo que al acoso escolar concierne?
Sí. Estamos impotentes e indefensos. ¿A quién se encomiendan? El problema del acoso es de formación y de educación. Falta un modelo de personalidad que se imprima para que haya respeto y cada persona tenga autonomía para actuar sin temor.
Vistas así las cosas, ¿el sistema escolar es un entorno de conflictividad? ¿Cómo se debe manejarlo?
Sí . Por ello, además de la Defensoría, los estudiantes, con apoyo de los padres y la comunidad, deben generar foros y debates sobre el tema. Esto permitirá perder el temor y denunciar el acoso.