Estudiantes de la escuela República del Ecuador revisan los textos de etnoeducación. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO
Unas 11 unidades educativas son parte de un proyecto piloto sobre etnoeducación que se desarrolla en la provincia de Esmeraldas con el aval del Ministerio de Educación.
Algunas de las escuelas donde se enseña sobre la cultura afro son la Luis Vargas Torres, 5 de Agosto, César Estupiñán, Ana Elisa Pimentel, 15 de Marzo y Ramón Bedoya. Todas son de la ciudad de Esmeraldas.
Los maestros que participan en estas instituciones fueron capacitados en el manejo de los textos. Pero una de las metas es lograr la profesionalización de los mismos docentes en etnoeducación para profundizar en los conocimientos ancestrales.
La etnoeducación es una propuesta proveniente desde las organizaciones afroecuatorianas, que buscan la difusión de la cultura afro. “Esta es una política de Estado y sirve como herramienta pedagógica con la que se muestra el conocimiento patrimonial de los pueblos”, explica Juan Montaño, escritor esmeraldeño.
Para cumplir con esos objetivo, el Ministerio de Educación entregó 160 614 textos de etnoeducación en el país, de los cuales 12 673 ya se usan en la provincia de Esmeraldas en el presente año lectivo.
Los libros tienen contenidos para el primer año de educación básica, y abordan temas como memoria colectiva, origen del pueblo afro, diáspora, dispersión, territorio, comunidades ancestrales y propiedades de las plantas medicinales.
En las escuelas que son parte de este proyecto también se trabaja en la investigación de los saberes ancestrales y en nuevos procesos de difusión.
Este trabajo se complementa con la creación de tres escuelas a las que se han denominado Guardianas del saber. Dos de esas entidades están en Esmeraldas, una en San Lorenzo, otra en proceso de creación y una última funciona en el cantón Eloy Alfaro.
La semana pasada se instalaron siete mesas de etnoeducación en cada cantón de la provincia de Esmeraldas. Allí se analizan los avances de este plan y las acciones a futuro, como la implementación en los demás niveles de educación.
Lennis Bennett, coordinadora Provincial de Etnoeducación, explica que con esta herramienta pedagógica se podrá dar a conocer cómo han sido los procesos del pueblo afro en el Ecuador.
A través de estas clases se han dado a conocer la biografía de personajes como Juan García (el bambero mayor), uno de los escritores afroecuatorianos que ha plasmado en letras las historias de las poblaciones negras asentadas en los márgenes de los río Cayapas, Santiago y Ónzole.
También se estudian a otros afroecuatorianos como Vidal Vivero Valencia, Inés Morales, Amada Cortez, Juan Montaño y Antonio Preciado, uno de los referentes de la poesía afro.
María Luisa Hurtado, directora Distrital de Educación, cuenta que en Esmeraldas las Guardianas del Saber, como las escuelas Fausto Molina y Alfonso Quiñónez, trabajan con más de 1 000 niños, quienes aprenden del origen de sus ancestros. “Esmeraldas es una provincia de una rica cultura, poco conocida en el país y por la propia gente que habita en la ciudad, por eso queremos empezar desde las escuelas”.
En las instituciones donde ya se aplica la etnoeducación también se crean huertos con plantas medicinales que son parte de las clases didácticas.
Luciana Cangá, una de las madres de familia, mantiene la costumbre de sembrar plantas aromáticas en su casa, porque así le enseñaron sus padres en la población de Santa María. Ahora dice que sus dos hijos aprenden no solo de los saberes curativos de las plantas que ella tiene, sino también de música y danza tradicional.