La luz ultravioleta lejana (UVC) de 254 nm es utilizada para purificar espacios sin la presencia de personas. Foto: Captura
El coronavirus del síndrome respiratorio agudo severo SARS-CoV-2, que causa la enfermedad del covid-19, se ha convertido en una grave amenaza para la salud humana en todo el mundo. La desinfección eficiente de superficies contaminadas con este virus puede ayudar a prevenir su propagación. Para lograr espacios descontaminados se han popularizado, entre otros, las lámparas de luz ultravioleta (UV), pero hasta hace poco no había estudios sobre la seguridad del uso de esta luz para los seres humanos.
La fuente más común de radiación UV es el sol. Produce tres tipos de luz: UVA, UVB y UVC. La última se usa para desinfección.
La luz ultravioleta lejana (UVC) de 254 nm es utilizada para purificar el agua y el aire. También es empleada para esterilizar espacios como hospitales y laboratorios. Durante la pandemia, en países como China, EE.UU. y Singapur se la ha utilizado para sanitizar trenes, buses y centros comerciales sin la presencia de personas.
Investigadores de la Universidad de Hiroshima han descubierto que la luz ultravioleta de 222 nm puede ser “efectivo contra el coronavirus” sin poner en riesgo la salud de los humanos.
El estudio tuvo como objetivo investigar la eficacia in vitro de la luz ultravioleta UVC de 222 nm en la desinfección de la contaminación de la superficie por SARS-CoV-2.
Los resultados del experimento fueron publicados en el American Journal of Infection Control. Los estudios demostraron una reducción del 88,5% y el 99,7% del SARS-CoV-2 después de entre 10 y 30 segundos de exposición a esta luz.
Los expertos japoneses emplearon la luz ultravioleta C (UVC) en su trabajo de investigación, luego que en otros proyectos habían medido la potencia de los rayos y su capacidad contra otros tipos de coronavirus, pero no el que está provocando la pandemia que ha llevado a la muerte a más de 97o 000 personas en el mundo hasta este miércoles 23 de septiembre del 2020.
La longitud empleada de 222 nanómetros de los UVC son óptimos para su uso en la lucha práctica contra la pandemia, puesto que es incapaz de penetrar la capa externa no viva del ojo y la piel de las personas, dice el estudio. Sin embargo, se señala que se necesita una mayor evaluación de la seguridad y eficacia de la irradiación UVC de 222 nm para reducir la contaminación de las superficies del mundo real y la posible transmisión del SARS-CoV-2.
En el comunicado indicaron que los 222 nm son más eficaces y beneficiosos que los 254 nm, ya que este tipo de lámparas son agresivas y dañinas para los tejidos humanos expuestos.
No por ello negaron su funcionalidad en medio de la lucha contra el covid-19, pues destacaron que las lámparas germinicidas de 254 nm solo se pueden emplear para desinfectar habitaciones vacías, mientras los 222 nm pueden emplearse en espacios públicos que tengan presencia humana, aclara la investigación.
Pese a lo observado, los científicos Hiroki Kitagawa, Toshihito Nomura, Tanuza Nazmul, Omori Keitaro, Norifumi Shigemoto, Takemasa Sakaguchi y Hiroki Ohge reiteraron en el llamado para hacer una evaluación adicional en torno a la seguridad y efectividad de la radiación UVC de 222 nm para desactivar el coronavirus SARS-CoV-2.
Para la prueba in vitro usaron una lampara UVC de 222 nm y sobre una placa de 9 centímetros se esparció una solución de 100 microlitros que contenía el virus.
Todos los experimentos con el nuevo coronavirus se realizaron en una instalación de contención de nivel de bioseguridad 3 (BSL3) en la Universidad de Hiroshima. Todos los resultados experimentales se informan con medias de 3 repeticiones.