Un estudio reveló que estos instrumentos de limpieza pueden albergar 362 tipos de bacterias. Foto: pixnio.
Una de las prácticas más comunes en el hogar es meter la esponja lavavajillas en el microondas, encender el aparato por unos segundos y suponer que con ello las bacterias de este utensilio estarán muertas. Sin embargo, un reciente estudio publicado en Nature desmiente parcialmente este mito de la cocina.
En el último número de Scientific Reports, un estudio señala que las esponjas lavavajillas son potenciales incubadoras microbianas, que logran esparcir fácilmente sus microorganismos alrededor de la cocina, gracias al contacto directo que tienen con todos los utensilios aquí presentes.
Los investigadores determinaron que en estas esponjas habitan hasta 362 diferentes tipos de bacterias. Y que si bien algunas de ellas mueren al ser ‘cocidas’ en el microondas, hay un buen porcentaje que resiste este proceso.
Lo más sorprendente para los investigadores fue que, a pesar del pequeño tamaño que puedan tener las esponjas, en estas habitan cerca de 82 billones de bacterias por cada 16 centímetros cúbicos.
Entre todas las bacterias, tres géneros son los predominantes: acinetobacter, moraxella, y chryseobacterium. Todas ellas pueden detonar cuadros patológicos en personas sanas.
Para saber si su esponja ya se encuentra infestada de bacterias, una de las recomendaciones es detectar su hedor. Este el olor se produce ya que, a mayor número de bacterias, aumenta la presencia de restos fecales de estos microorganismos entre las hendiduras de la esponja de cocina.