Investigadores de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá analizaron los usos de la planta en la Amazonía de tres países. Foto: Archivo.
La guayusa es una de las plantas que más ha llamado la atención a los etnobotánicos desde inicios de siglo. Si bien sus propiedades eran ampliamente conocidas por quienes habitan en la Amazonía compartida por Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, fue en las últimas dos décadas en que las empresas productoras de té e infusiones han resaltado sus propiedades para el consumidor de las grandes urbes.
Como parte de este proceso de descubrimiento de las etnopropiedades de la guayusa, un grupo de investigadores de la Pontificia Universidad Javeriana de Colombia analizó los usos tradicionales de la planta y, además, realizó pruebas químicas de las mismas.
En su investigación titulada ‘Ilex guayusa loes: Amazon and Adean Native Plan’, publicada en la revista Pharmacology OnLine, los científicos analizan los siguientes puntos: taxonomía, distribución geográfica y altitudinal, ecología, etnobotánica, fitoquímica y toxicidad. En este proceso, uno de los elementos destacados fue la recopilación de datos sobre los usos ancestrales e historia detrás de la expansión del producto más allá de la frontera amazónica.
En el apartado de etnobotánica, los investigadores comienzan con un relato de cómo veían los jesuitas, en 1683, a esta planta. Para ello utilizan un texto escrito por el religioso Juan Lorenzo Lucero quien, tras un encuentro con los shuar, relaciona a la guayusa con el demonio.
Inmediatamente, recopilan otro comentario de fray Juan de Santa Gertrudis. En 1756, él escribió que la planta de la guayusa era una de las “más hermosas que había visto”. Su sabor lo comparaba con el del té, especificando que la planta amazónica tenía un tono mucho más fino al paladar.
De acuerdo con los datos recopilados por los investigadores, Juan de Santa Gertrudis escribió que la guayusa era ampliamente utilizada en esta zona sudamericana para producir sudor, eliminar la flema, quitar la pesadez y estimular una correcta digestión.
En el trabajo etnobotánico, uno de los usos que se daba a la planta en la región era para el tratamiento contra la infertilidad en hombres y mujeres. También, luego de estudiar casos de su uso en Quito y Bogotá, ellos descubrieron que se utiliza para tratar problemas durante el embarazo y la lactancia, el dolor muscular, etc.
Vale anotar que los colombianos resaltan que la investigación etnoveterinaria dio como resultado que los shuar y kichwas del Ecuador dan guayusa a sus perros para incrementar su capacidad olfativa.