Estudiantes de pueblos de la frontera norte muestran su arte

Los colegios organizaron bandas y orquestas de todo tipo. Foto: Marcel Bonilla/ EL COMERCIO.

Los colegios organizaron bandas y orquestas de todo tipo. Foto: Marcel Bonilla/ EL COMERCIO.

Los colegios organizaron bandas y orquestas de todo tipo. Foto: Marcel Bonilla/ EL COMERCIO.

Esmeraldas promueve la campaña denominada Frontera, educación, cultura y paz; organizada por la Dirección distrital de Educación del cantón, en la que participan 46 planteles etnoeducativos, desde el pasado 9 de noviembre.

A través de esta iniciativa se lleva la música tradicional de la región hasta las principales ciudades del cordón fronterizo, con un mensaje de paz, tras los hechos ocurridos en la frontera norte.

El periplo empezó en Esmeraldas y avanzó hasta San Lorenzo, con la presentación de danzas tradicionales como la marimba, protagonizada por las unidades educativas que son parte de la etnoeducación.

Los estudiantes, que provienen de las unidades de etnoeducación de Esmeraldas, ya se han presentado en el malecón de Las Palmas, para pedir por la paz de la frontera a ritmo de música.

Algo similar hicieron los estudiantes de San Lorenzo, en la Unidad Educativa 10 de Agosto. Ahí los grupos culturales se sumaron a la difusión de la paz por medio de la música ancestral. “Queremos que haya paz en nuestra tierra y que los niños no seamos afectados por los hechos violentos que nos atemorizan”, dijo Diego Quintero, de 11 años, uno de los estudiantes participantes.

San Lorenzo fue el centro de la atención hace 11 meses, con los hechos violentos orquestados por disidentes de la exguerrilla de las FARC.

Por eso, la finalidad de la campaña es mostrar la otra cara de la frontera, conocida más por los actos violentos que por el talento cultural que tienen estudiantes y personas dedicadas a salvaguardar las tradiciones ancestrales, según Virginia George, una de las activistas culturales de Esmeraldas.

La directora distrital de Educación de Esmeraldas, María Luisa Hurtado, explicó que esta campaña se realizará hasta finales de año, para seguir generando espacios donde se promueva el buen vivir entre los habitantes fronterizos.

“La etnoeducación, a más de la didáctica y la pedagogía, también tiene los saberes y conocimientos ancestrales de los pueblos, que son expresados por medio de la música”, señala Hurtado.

Para impulsar la cultura de paz a través de la música, Esmeraldas cuenta con dos sinfónicas, integradas por los estudiantes de la unidades educativas Fiscomisional Don Bosco y Tierra Verde.

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