Antes sirvió como establo para el descanso de los animales y ahora es el refugio de 5 000 piezas arqueológicas. Es una casona que tiene más de 100 años en la calle Larga, en el Centro Histórico de la capital azuaya.
Este bien patrimonial se convirtió en el Museo de las Culturas Aborígenes desde el 2002. Los pilares de madera que dan a la calle servían para que los arrieros amarraran a sus animales.
Mientras que en el interior de la casa de adobe, bahareque y teja, los campesinos se abastecían de víveres. El historiador Juan Cordero apasionado coleccionista de arte, destinó parte de esta vivienda como museo e incluso hizo una ampliación.
En la planta baja de esta casona existe un oratorio, en el que hay un altar elaborado con pan de oro y un pesebre. Al lado están las salas dedicadas a las épocas paleolítica y neolítica. Allí, se destacan objetos formados de piedras.
Otra de las salas está asignada para la cultura Valdivia, que es la más antigua de América, data del 4 000 a.C. Cordero empezó en 1970 a comprar y coleccionar su cerámica.
En la segunda planta de la casa están más de piezas de las culturas Panzaleo, Puruhá, Cazhaloma, Tacalzhapa, Guangala, Jama Coaque y Tolila.
Entre las piezas curiosas están las alusivas a animales que pertenecen a la cultura Machalilla, como los rucuyayas. También se puede ver allí la cerámica llamada cáscara de huevo, de la Cultura Narrío.
El Museo de las Culturas Aborígenes también guarda piezas de arte erótico. Según Cordero, el descubrimiento de la agricultura y fertilidad hace que cada cultura represente el lado erótico y se refiere a la cultura Valdivia que exalta los pechos y la zona púbica de la mujer.
Entre esas piezas singulares está la denominada Mano de Moler, que está compuesta por una piedra y un falo.
También hay más de 10 000 documentos sobre la historia nacional y regional y una colección de libros de arqueología e historia.
Adicionalmente hay una tienda de artesanías que ofrece réplicas de cerámica y plata y una cafetería para el visitante. El museo está abierto de lunes a viernes desde las 09:00 hasta las 17:30 y la entrada cuesta USD 2 los adultos y USD 1 los niños.