Dos nuevas especies de salamandras en Ecuador

Las dos nuevas especies de salamandra son extremadamente raras. Foto:  Cortesía Inabio

Las dos nuevas especies de salamandra son extremadamente raras. Foto: Cortesía Inabio

Las dos nuevas especies de salamandra son extremadamente raras. Foto: Cortesía Inabio

Dos nuevas especies de salamandras ahora son parte de la fauna que habita en Ecuador. Este hallazgo se publicó el pasado 2 de octubre del 2020 en la revista especializada PeerJ. Ambos grupos, pertenecientes al género Oedipina, son descritos como “extremadamente raros”.

La investigación fue realizada por Carolina Reyes-Puig, David B. Wake, Ramachandran Kotharambath, Jeffrey W. Streicher, Claudia Koch, Diego F. Cisneros-Heredia, Mario H. Yánez-Muñoz y Santiago Ron. Los investigadores llevaron a cabo sus estudios en dos localidades de las estribaciones noroccidentales de Ecuador, ubicadas entre los 921m y 1 067 m. También examinaron diferentes colecciones de museos.

Oedipina villamizariorumes es el nombre que se eligió para una de las dos nuevas especies. Esta salamandra, de tamaño mediano, se caracteriza por tener una cabeza estrecha y relativamente puntiaguda. Sus dedos son moderadamente largos y también puntiagudos. La especie vive en los bosques de las tierras bajas del Chocó ecuatoriano.

Oedipina ecuatoriana
es más grande que la anterior y tiene un hocico redondeado. Se diferencia de otras por la presencia distintiva de huesos prefrontales en contacto y por sus dedos pequeños. Se cree que esta especie habita en los bosques montañosos de las tierras bajas del Chocó. Mario Yánez-Muñoz, investigador del Instituto Nacional de Biodiversidad, explica que todas estas salamandras tienen dedos reducidos y la osteología de sus manos permitió evidenciar que las dos especies eran diferentes.

Hasta el momento, existen dos especies del género Oedipina en Ecuador. Es posible que exista una tercera. Los registros obtenidos muestran que todas habitan en una pequeña área entre las provincias de Carchi, Esmeraldas e Imbabura. Las salamandras están amenazadas por los cambios en el uso del suelo, ya que dependen de los remanentes de bosque que aún quedan en la zona para sobrevivir.

Los investigadores que participaron en este trabajo pertenecen a la Universidad San Francisco de Quito, Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio), Fundación EcoMinga, Universidad de California, Universidad Central de Kerala - India, Museo de Historia Natural de Londres, Museo Alexander Koenig de Bonn - Alemania, King’s College London y la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.

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