Las palmas también son amenazadas por la tala

En el país existen 16 especies de palmeras que son consideradas  como amenazadas. Dos especies están en peligro crítico. Foto: cortesía.

En el país existen 16 especies de palmeras que son consideradas como amenazadas. Dos especies están en peligro crítico. Foto: cortesía.

En el país existen 16 especies de palmeras que son consideradas como amenazadas. Dos especies están en peligro crítico. Foto: cortesía.

Hace más de 40 años, la palmera Ceroxylon parvum era abundante en los bosques de El Oro y Loja. Ahora, toda esta zona ha sido deforestada y solo han quedado cuatro o cinco plantas de esta especie. Lo mismo ha ocurrido con la Genoma tenuissima, una palma de la Costa, que actualmente se reduce a una pequeña población en las Montañas de Ila, en Santo Domingo.

La pérdida del bosque primario, al igual que la transformación y degradación de sus hábitats han llevado a ambas especies al borde de la extinción. Al ser endémicas, su desaparición del territorio ecuatoriano también representaría su extinción del planeta.

En la primera Lista Roja de palmas del país, presentada este año, las dos especies constan como “en peligro crítico de extinción”. Además, otras ocho se encuentran “en peligro” y hay seis que están clasificadas como “vulnerables”. En total, suman 16 las especies de palmas que están consideradas como amenazadas en Ecuador.

Rommel Montúfar, docente de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, explica que el desconocimiento de las personas sobre las propiedades de estas plantas es uno de los principales problemas al que se enfrentan estas especies.

“En el país no se habla de las ‘palmeras’, solamente se habla de ‘la palma’ haciendo referencia a los cultivos extensivos de palma africana”, dice Montúfar. En Ecuador existen alrededor de 140 tipos de palmeras nativas, que se encuentran en casi todos los ecosistemas. Estas pueden ubicarse en las tierras bajas, donde la tagua (Phytelephas aequatorialis) crece mirando al mar, hasta en las montañas cerca de los páramos, donde la palma de cera (Ceroxylon ventricosum) es una de las especies más altas y llamativas del paisaje.

Aunque por lo general se cree que la palma es una planta con un tallo largo y hojas en sus extremos, estas pueden encontrarse en una diversidad de formas. Existen palmeras enanas o sin tronco, trepadoras, arbustivas y aquellas enormes, robustas y altas. Montúfar cuenta que la Amazonía alberga la mayor cantidad de palmas en la actualidad. El Yasuní, por ejemplo, tiene entre 40 y 50 especies, lo que lo convierte en un  “paraíso para los amantes de las palmas”.

La mayoría de estas plantas están expuestas a algún tipo de amenaza en el país, dice el especialista de la PUCE. La deforestación en la Costa ecuatoriana ha reducido todas las poblaciones de palmeras nativas.

Esto ha ocurrido con la palma real (Attalea colenda), la cual era una de las especies más comunes de la Costa norte y central. De esta se extraía originalmente los aceites comestibles antes del ‘boom’ de la palma africana.

Actualmente, sus poblaciones se están reduciendo y esta planta no cuenta con la capacidad de regenerarse naturalmente, lo cual compromete su sobrevivencia.

Otras palmeras del país también han sido incluidas en listas mundiales. El Grupo Especialista de Palmas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) puso a Aiphanes grandis y Geonoma tennuissima como dos de las 50 especies más amenazadas del mundo.

Montúfar explica que es necesario educar a las personas sobre la importancia de la conservación de estas especies, sobre todo para las comunidades indígenas, que dependen de este recurso. En la Amazonía, la palma es utilizada para la construcción y como fuente de alimento.

El especialista considera que la Lista Roja de palmas del país, presentada este año, es una herramienta que permite priorizar la protección de las especies en mayor peligro. Además, ayuda a identificar las regiones más afectadas por la deforestación.

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