Preocupadas por el bienestar animal, el ambiente, su propio bienestar y el emprendimiento. Así son estas seis mujeres que resumen en su cotidianidad y sus especializaciones distintos aspectos que las unen.
Cristina Calderón, Lorena Espinoza, Sara Mafla, Karinna Riofrío, Esperanza Martínez e Ile Miranda abordan a la mujer actual desde el bienestar animal, la gastronomía, la nutrición, la tecnología, el cuidado del ambiente y el diseño de modas.
Pero, además, todas responden a una pregunta en común. ¿Cuál es el estado actual de los derechos sexuales y reproductivos de la mujer en el Ecuador?
Cristina Calderón: “En el Ecuador, los animales no tienen derechos, por lo menos en la práctica”
Cristina dedica su vida a proteger a los animales. Su primera experiencia fue a los siete años. Hizo que su madre detenga el vehículo en el que se movilizaban para comprar un pan y dárselo a un perro que había visto. Hace 13 años empezó a rescatar de forma independiente.
Es emprendedora y segura de sí misma. Considera que las mujeres son las únicas dueñas de su cuerpo y deben tener derecho a decidir sobre él.
No tiene hijos pero tiene seis perros y dos gatos propios, todos rescatados, a quienes considera una parte fundamental de su familia.
Tras conocer la problemática de la fauna urbana, el abandono y el maltrato, decidió crear una fundación que luche por los derechos de los animales.
Desde Camino a Casa, que nació hace cinco años, busca hogares para cientos de rescatados. A través de Facebook y Whatsapp coordina las donaciones y se contacta con los adoptantes. Más allá de estas aplicaciones no sigue de cerca las novedades tecnológicas.
A pesar de su esfuerzo, su trabajo se ve limitado por la falta de donaciones. Alimento, hospedaje, atención médica de emergencia, esterilizaciones y otros rubros se deben cubrir mensualmente y las deudas crecen.
Sus acciones van más allá de la concienciación sobre la tenencia responsable. En su día a día trata de ser coherente con sus principios. No utiliza prendas de cuero, lana o cosméticos probados en animales.
Asimismo eliminó la carne de su alimentación. Desde entonces dejó su gusto por el hornado y las habas con mellocos se convirtieron en su nuevo plato típico preferido.
Su amor por la naturaleza también se expresa en su estilo de vida. Considera que llevar una vida sana tiene que ver con ejercitarse y comer saludablemente.
Sin embargo, reconoce que no siempre lo hace. Igualmente, vivir en armonía con el ambiente es parte de sus prácticas diarias cuidando el consumo de luz y agua en su casa y en todos los lugares que visita.
Lorena Espinoza: ” La mujer tiene que realizarse en el campo que se sienta cómoda”
Lorena es directora de la escuela de cocina Canadian School en Riobamba. Su amor por la gastronomía y el área de servicios y hospitalidad la llevó a estudiar en Europa y Cuba.
Siempre aboga por la visibilización del rol de la mujer dentro de la cocina más allá de un quehacer innato por lo que lidera la organización Mujeres Chefs.
Además del trabajo por la mujer, la educación ambiental es un eje importante en su vida. Reconoce que en su hogar se practica la cultura del reciclaje.
Considera una “manía” su afán por apagar todo el tiempo las luces, abrir el grifo lo menos posible y todo eso lo ha transmitido a sus hijos. Esta idea de conservación también la ha llevado al trabajo.
Lorena es una mujer sencilla. Su hablar muestra el acento lojano que lleva de su lugar de nacimiento. Le gusta vestirse de manera sobria, cuando se trata de su indumentaria dice que menos es más. Pero en su armario no faltan los zapatos altos.
No es una adicta a las redes sociales pero las aprovecha sobretodo en el ámbito culinario. Indica que Instagram es su aplicación favorita por la facilidad que tiene para mostrar en fotografía no solo sus platillos sino los proyectos en los que se encuentra.
La ayuda social ha sido parte fundamental en su día a día. Le agrada apoyar sobre todo a mujeres que están surgiendo en el área culinaria o afines. Por ello, no solo defiende la posición de la mujer en la gastronomía sino en todos los ámbitos de la sociedad.
Cuando habla, por ejemplo, de los derechos sexuales y reproductivos de la mujer se muestra franca y directa. “Para mí, reproducirnos no es una norma. No te tienes que casar y tienes la obligación de ser madre. La mujer tiene que realizarse en el campo que se sienta bien.
Considera que la clave para una vida sana es la alegría “sonrío todo lo que puedo, trabajo en lo que me gusta, hago la siesta e intento agradecer por lo que tengo todos los días”. Algo que sin duda le da felicidad es su plato favorito: la sopa de fideo frito.
Sara Mafla: “Quiero crear conciencia sobre la importancia de tener una alimentación saludable”
Sara se destaca en su rama por promover el consumo de nutrientes saludables por medio de Facebook, Twitter e Instagram.
A través de esos medios busca concientizar a sus seguidores sobre la importancia de consumir productos ricos en nutrientes, sugiriendo sobre todo, aquellos que son orgánicos, es decir, que no contienen químicos. Así es como también promueve el cuidado del medioambiente.
En su cuenta de Facebook, por ejemplo, sugiere dónde conseguir ese tipo de productos y al mismo tiempo, habla de sus beneficios. Así es como se ha ganado la confianza de sus ‘amigos’ en la Internet. Con ellos interactúa y hasta les comparte sus recetas saludables.
En casa, motiva a sus familiares a reciclar: papel, cartón, plástico, tetrapack y fundas. Y cuando se trata de movilizarse, ella prefiere caminar. Lo hace, sobre todo, cuando el punto de encuentro está cerca de su domicilio o consultorio.
Se considera amiga del medioambiente y del productor nacional, es por eso que a la hora de comprar ropa también apuesta por las prendas locales. No es muy exigente, dice. Prefiere, ante todo, la comodidad.
Mafla combina su alimentación saludable con la práctica de CrossFit. La fusión de esas dos aristas, precisamente, la describe como una vida saludable. A ello le añade una dosis de alegría, pues considera que la vida es corta como para tomarse los problemas “tan en serio”.
Sobre los derechos sexuales y reproductivos de la mujer opina que cada una es libre de escoger lo que quiere. “Nosotras somos dueñas de nuestro cuerpo y de nuestras decisiones”.
Destaca la implementación de leyes que defienden a las mujeres, así como también las que protegen los derechos de los animales. Tiene una perrita (labrador negra) llamada Lola, a la que ama y defiende. La considera un miembro más de la familia.
“Lastimosamente no tienen voz para defenderse. No destruyamos su hábitat y respetemos su vida”. Entre sus platillos favoritos se destacan las tortillas de papa, fritada, dulce de higo y la colada morada.
Karinna Riofrío: “Yo no me imagino el día sin hacer ejercicio”
La sonrisa de Karinna es lo primero que llega con ella a cualquier parte. Como gerenta de Epson en Ecuador, está segura de que el mundo está a cargo tanto de las futuras como de las actuales generaciones.
“Les enseño a mis hijos a cuidar el medio ambiente, a sacar lo que se puede reciclar; en el colegio también han hecho muchísimo de eso.
Soy malísima para reciclar papel, a mí me gusta mucho imprimir, ahí que en eso soy un poquito malita para el ambiente. Pero en la basura sí seleccionamos, mis hijos me culturizan mucho más en la parte de cuidar el medio ambiente” asegura.
El deporte es parte de la vida de Karinna, desde su forma de vestir hasta como parte de su vida diaria. A ella le va más un estilo de vestir ‘sport’, pero sabe fusionar bien su atuendo cuando la ocasión es más formal, como por ejemplo, una cita de negocios.
De hecho, entre las ‘apps’ que más utiliza, constan algunas de ejercicio y de seguimiento de calorías y ‘fitness’. Para ella, llevar un estilo de vida sano se basa en dos elementos: ejercicio y alimentación.
“Yo no me imagino el día sin hacer ejercicio, yo todas las mañanas a las 05:30 voy al gimnasio. Me encanta comer bien; frutas, verduras, proteínas son parte de mi dieta.
No alcohol; ahí también estoy fallando, porque sí es rico de vez en cuando un vino o un margarita, pero es mucho más saludable no consumir nada de alcohol”, asegura.
Dentro de este estilo de vida, si hay espacio para algunas exquisiteces del menú típico ecuatoriano; entre sus platos favoritos está el yahuarlocro y los cangrejos.
“Hemos llegado con mi esposo a la conclusión de que en Guayaquil los cangrejos son más jugosos, porque allá el agua hierve a 100 grados, aquí en Quito hierve a 90 grados; entonces aquí toma más tiempo al cangrejo cocinarse, y se hace más sequito, en cambio en Guayaquil o en la costa se hace más jugoso”.
Esperanza Martínez: “Tener una vida o un mundo sano muchas veces no depende de ti”
Esperanza riega por las mañanas su huerto que crece sobre un tubo desechado atrás de la ventana de su sala. En una de las paredes azules, cuelgan recortes de periódico, donde las fotografías en blanco y negro congelaron momentos de su vida en los que se manifestó y luchó por justicia ambiental.
Para ella, el medio ambiente es libertad, salud y placer. A sus 26 años fundó Acción Ecológica, una institución que desde su nacimiento, hace 30 años, no ha cesado de denunciar y actuar en defensa de la vida.
Estudió ecología en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y a sus 56 años terminó derecho, una herramienta más para su defensa. Ha sembrado esperanza en el movimiento social Yasunidos, que pelea por mantener intacto el Yasuní.
Su miedo a alejarse de los espacios palpables, de la comunicación real y de caer atrapada en lo virtual la aleja de cualquier aplicación celular o red social.
No forma parte de las mil millones de personas que utilizan WhatsApp en todo el mundo ni de los miles de ciudadanos que buscan la moda de la última temporada en los grandes centros comerciales.
Define su estilo como “lo más cercano a la producción”. Cada prenda de su armario tiene una carga humana, un estilo propio que las consigue en mercados artesanales.
Para ella la reivindicación por los derechos sexuales y reproductivos de la mujer va mucho más allá que el concepto de aborto.
Es una lucha fundamental y profunda por la libertad por la posibilidad de vivir los placeres, la propia erótica de la naturaleza que el capitalismo se ha encargado de romper para crear nuevas fuentes de placer.
Pelea por una vida sana, un ambiente sin contaminación, agua limpia, aire puro y productos sin químicos. Todo esto está concentrado en un solo lugar: la naturaleza. “La salud tiene que ver, con el entorno, con tu cuerpo y con tu ser existencial”, dice.
Sus únicas ‘mascotas’ son las lombrices que descomponen las sobras de cada cena para abonar las plantas. No tiene perros ni gatos porque considera que su departamento es muy pequeño. Está a favor de los derechos de los animales. “Esta posibilidad de respetar al otro nos hacen mejores seres humanos”.
Ile Miranda: “Los sentimientos considerados socialmente femeninos también son una fortaleza”
Ile Miranda cerró sus cinco locales (dos en Quito, dos en Guayaquil y uno de franquicia en Alemania) en diciembre pasado.
Aunque a muchos les podrá parecer una decisión contraproducente para una marca ecuatoriana que se ha posicionado y que estaba creciendo, para ella fue un camino más hacia lograr sus metas.
Hace 15 años buscaba crear una firma que se caracterice por diseños exclusivos y personalizados y ya lo había logrado. Sin embargo, las ocupaciones de manejar un negocio en crecimiento le dejaban con menos tiempo para la creación. Entonces cerró todas sus tiendas y a partir de esta semana atenderá a sus clientes en un estudio en Riocentro Entre Ríos.
Ahora tiene más tiempo para sus dos hijos y para continuar con sus proyectos de crecimiento personal. En un contexto en el que una mujer sólo es considerada exitosa si está en una situación de poder (en la presidencia de un país o en una gerencia), es difícil ver situaciones que no se relacionan con lo profesional como un logro.
La diseñadora de calzado luchó para montar un emprendimiento por sí misma y en el transcurso creyó que ser fuerte significaba ocultar su vulnerabilidad y ternura.
Tras el nacimiento de su hija Rafaela, hace ocho años, descubrió que estos valores —que han sido disminuidos socialmente por ser relacionados con la feminidad— le podrían ayudar a conseguir sus objetivos.
Es así que empezó a hacer yoga y a estudiar sobre la energía femenina, lo que se reflejó en los nombres y la estética de sus colecciones (‘Guerrera interna’, es una de estas).
En los lanzamientos o en las reuniones que hacía para sus clientes, empezó a hablar sobre el feminismo y la importancia de este activismo para caminar hacia la igualdad.
El resultado fue la creación del Women of Power Forum. Esta cita se realiza cada tres meses y cuenta con conferencistas que representan la diversidad de las mujeres contemporáneas.
Han participado personas como Silvia Buendía -asambleísta ecuatoriana- o María Eugenia Donoso —activista por el positivismo corporal y emprendedora-, quienes más que hablar sobre sus exitosas vidas, se enfocan en las experiencias que inspiran a más mujeres.
Ahora, la descripción de su marca incluye la frase “Reconectando a las mujeres con su fortaleza interna”, porque Ile entiende la moda como una herramienta más.
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