El Teatro Nacional y el Ágora de la Casa de la Cultura están cerrados desde marzo por falta de seguridades en caso de incendios. Los trabajos en el Ágora terminaron .Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
El Teatro Nacional y el Ágora de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE) son dos de los escenarios preferidos por las empresas que organizan conciertos de artistas internacionales en la ciudad.
Desde el 1 de marzo del 2018 estos espacios están cerrados porque una inspección del Cuerpo de Bomberos de Quito determinó que no se cumplían con las normas de seguridad que se solicitan en la ordenanza metropolitana 470, según lo informó Camilo Restrepo, presidente de la CCE.
Antes de su cierre, dos conciertos, que se realizarán en abril, eran promocionados en estos espacios: el del español Pablo Alborán y el de la estadounidense Demi Lovato. A través de comunicados oficiales, las empresas organizadoras informaron que estas presentaciones se realizarán en el Coliseo General Rumiñahui.
En un recorrido que realizó este Diario junto con Restrepo, él explicó que en la inspección del Cuerpo de Bomberos se concluyó que el Ágora necesita una nueva puerta de escape y el Teatro Nacional un sistema contra incendios completo.
“En el Ágora los trabajos están concluidos. Con asesoría del Cuerpo de Bomberos se decidió construir unas gradas para que en el caso de una emergencia la puerta de embarque y desembarque que está detrás del escenario sirva como puerta de escape. En el caso del Teatro Nacional la instalación del sistema contra incendios está avanzada en un 80 por ciento”. Los trabajos representaron para la CCE una inversión de USD 80 000.
Restrepo añadió que una de las causas en la demora de los trabajos del Teatro Nacional se produjo por la falta sensores fotobeam en el país. “En este espacio, además de los sensores que usan tecnología láser, se colocará una serie de surtidores de agua”.
Se tiene planificado que los trabajos en el Teatro Nacional concluyan antes del 15 de abril para que el Cuerpo de Bomberos haga su nueva inspección. Las autoridades de la CCE esperan que estos espacios estén habilitados hasta finales de abril para que las presentaciones que están programadas para mayo, entre ellas la de la orquesta Buena Social Club, se realice sin ningún problema.
El cierre temporal de estos espacios representa una pérdida en los ingresos anuales para la CCE. Restrepo explica que el alquiler del Teatro Nacional es de USD 5 000 más IVA y del Ágora USD 4 000 más IVA.
“Estos dineros son depositados en nuestra cuenta, pero son transferidos automáticamente a la Cuenta Única del Tesoro.
En teoría, ese dinero debería verse reflejado en nuestro presupuesto del año siguiente, pero eso no ocurre”.
Según los cálculos de Restrepo, gracias al alquiler del Teatro Nacional y del Ágora la institución recauda USD
800 000 al año.
“Desde que en el Gobierno anterior se perdió la posibilidad de autogestión, los recursos que se generan no pueden ser invertidos de manera directa por la institución”.
Gisella Heredia, jefa de prensa de Top Shows, explica que el cambio de sede para el concierto de Alborán representó para la empresa una inversión adicional, tres veces mayor de la programada.