Las presentaciones culturales en los cantones fronterizos son más frecuentes. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.
Los municipios de Eloy Alfaro y San Lorenzo retomaron la organización de las presentaciones artísticas y festivales de arte ancestral para rescatar la identidad del pueblo afro.
Las actividades se intensificaron en los últimos cuatro meses. En el feriado, por ejemplo, se realizó el programa Entre trenzas y turbantes, en San Lorenzo. Allí participaron las reinas de las parroquias y barrios del cantón.
El objetivo fue mostrar uno de los rasgos característicos del pueblo afroesmeraldeño. Inés Morales, una etnoeducadora de San Lorenzo, recordó que antiguamente las mujeres tenían por costumbre hacer las trenzas a sus hijas todas las tardes en el portal de sus casas.
Los turbantes -que se han retomado en los atuendos de la actualidad- también se mostraron en un desfile protagonizado por las reinas. Otra pasarela, pero de atuendos típicos organizó la mesa de etnoeducación de San Lorenzo.
Este programa se complementó con presentaciones artísticas y homenajes a Omylinda Lastra Nazareno, Ñusta Ecuador y Embajadora Intercultural del país.
En la zona norte de la provincia también se efectuó el Gran Tabuco de Negra y Negra, un acto que convocó a estudiantes y organizaciones culturales, por el Mes de la Afroecuatorianidad.
Otro de los cantones fronterizos que impulsa la cultura de los pueblos es Eloy Alfaro. Allí, la Dirección de Cultura, presidida por Elcher Escobar, programó un festival cultural con gestores culturales locales.
Músicos y cantores emularon a grandes cultores de la música ancestral del pueblo negro como Papá Roncón, Petita Palma, Luster Ferrín, Don Naza, entre otros. Ese encuentro se realizó el 1 de noviembre en la isla de Limones.
Los adultos mayores del centro Gerontológico Diurno San Martín de Porres demostraron cómo se cantan los arrullos tradicionales. También participó el maestro Linver Valencia con una demostración de música ancestral.
El alcalde de Eloy Alfaro, David Rosero, precisó que a través de estas presentaciones se busca mantener vigente la tradición afroesmeraldeña, desde la gastronomía, música, danza, artesanías y la oralidad.
Por esa razón, en varias parroquias se han organizado ferias de emprendimientos para mostrar el valor agregado que el pueblo afro da a productos como el cacao o plátano.
Según Rosero, al trabajo se ha integrado a las unidades educativas donde enseñan gastronomía, medicina ancestral, marimba y se reviven antiguas tradiciones.
Para el escritor Juan Montaño Escobar, estos municipios han empezado un buen trabajo por la cultura, que debería ser replicado en las localidades de Colombia donde también hay población afro.