En la zona se utilizan campos que no eran productivos para los sembríos. Foto: Marcel Bonilla/ELCOMERCIO
Los habitantes de las comunidades afros utilizan espacios inutilizados para sembrar especies maderables. Hasta el momento han destinado 96,8 hectáreas de su territorio para cultivar este recurso.
Un total de 54 familias de los siete cantones de la provincia de Esmeraldas destinaron 96,8 hectáreas para las plantaciones de especies maderables con fines comerciales.
La siembra se hace con especies introducidas como la melina y teca y las nativas como fernán sánchez, laural, caoba, guachapelí, de las cuales se han entregado, entre el 2017 y 2018, 62 492 plantas a través de la Prefectura.
Esas especies se han sembrado en Carondelet, recinto El Encanto y San Juan, mientras que en Eloy Alfaro se plantó en Colón Eloy y Timbiré. En Esmeraldas se lo hizo en San Mateo, Camarones, Tachina, Carlos Concha y Chinca.
En estas zonas habitan afros y colonos, que se han sumado a la utilización de espacios sostenibles para la producción de madera, con resultados entre ocho y 15 años, explica Belinda Mejía, de la población de Lagarto, cantón Rioverde, quien plantó 916 plantas árboles de fernán sánchez.
Las áreas elegidas fueron rastrojos, barbechos, pastos o cultivos abandonados y se destinaron superficies de tres hectáreas por dueño, con condiciones biofísicas para las especies para plantar. Danny Cedeño, del recinto El Encanto, parroquia Carondelet, señala que destinaron 3 000 m2 para poner árboles con fines comerciales, pero también para contribuir al ambiente con la producción de oxígeno.
El proyecto de siembra de especies maderables, que se ejecuta a través de Fomento Productivo de la Prefectura de Esmeraldas, cuenta con un certificado de operador forestal que avala todos los procesos.
Los beneficiarios como Bonifacio Valencia, del recinto Plan Ecuador, en San Lorenzo, han recibido capacitaciones en nueve talleres teórico-prácticos juntamente con otros 180 actores capacitados en plantaciones forestales, semillas y formación en ebanistería.
Quienes son parte de este proyecto reciben, por parte de la Prefectura, plántulas, insumos agrícolas, análisis de suelo, asistencia técnica, capacitación. Mientras tanto, los beneficiarios deben apoyar con un terreno, mano de obra, manejo y silvicultura.
El trabajo con las comunidades ha permitido la conformación de una asociación de ebanistas de la madera registrada en la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria (SEPS). Ellos han participado en ruedas de negocios.
La organización de productores de madera les permitió elaborar una marca, un logo y las etiquetas para que los productos elaborados por los ebanistas, bajo el sello Asopaebenum, sean conocidos.
Por ahora cuentan con 25 prototipados de productos en madera y más de 400 productos ya realizados y comercializados (tablas de picar, rodillos, portaollas, portavaso, espejos, lámparas, legos, juguetes, portatarjetas).
Entre las acciones pendientes están la adquisición de
46 395 plántulas de cinco especies forestales (melina, teca, laurel, guachapelí y pachaco). Además, está la capacitación a los beneficiarios de las plantaciones en manejo y control de plagas y enfermedades.
Se ha previsto la compra de insumos agrícolas para las plantaciones forestales y la selección de nuevos beneficiarios de las plantaciones forestales. Fred Corozo, responsable del proyecto, explica que se dará asistencia técnica para el establecimiento de 45 hectáreas de plantaciones forestales con fines comerciales.