Los tonos juveniles dan vida al diseño de Aserrín Aserrán. Foto: Cortesía Aserrín Aserrán
Las clases empezaron oficialmente y, lo más seguro, es que durante estos días los padres busquen los objetos escolares necesarios para sus hijos.
Cuadernos, libros, lápices, esferos… encabezan la lista. No obstante, hay un aspecto que no se debe omitir, y es el mobiliario adecuado para realizar las tareas estudiantiles.
En estos tiempos de viviendas con áreas reducidas lo mejor es optar por muebles que ahorren espacio, sin que ello signifique incomodidad.
Una buena opción la tiene Aserrín Aserrán. El gerente propietario, Fabricio Herrera, asegura que sus propuestas son innovadoras y útiles.
Prueba de ello es un modelo en forma de L, cuyo costado derecho son cuatro cajones a ‘desnivel’. En el centro se ubica el escritorio. Y hacia la izquierda un organizador, que incluye repisa y cajoneras.
El toque juvenil de este mueble lo pone el azul cielo que hace juego con la madera café. Esta empresa ocupa el seike con fibropaneles y melamina en todos sus trabajos. La pintura es suiza, hecha a base de agua.
La profundidad requerida para un escritorio debe ser, según
Herrera, de 50 cm si es para un computador portátil. Para equipos con CPU el fondo necesita 70 cm. Y el ancho mínimo bordea los 1,30 m.
En Maderarte el portafolio de diseños es amplio. Uno muy vistoso y de gran tamaño tiene una cajonera de cuatro espacios en su lado izquierdo; al derecho, una estantería más otra fila de tres compartimentos.
El área de estudio se sitúa en el vértice que une al mueble y sobre esta se instaló un librero de niveles anchos y angostos. Este escritorio múltiple es formal. Al café tradicional de la madera se lo complementa con un verde oscuro.
Edith Pauker, parte de esta firma, explica que sus invenciones llevan por base al seike, con cerrajería importada. Mientras que el acabado ocupa laca sin tóxicos.
Artesanías Tintín se decanta por lo clásico. Allí se fabrican escritorios y pupitres en madera sólida de olivo. Cada mueble tiene cajoneras , espacio para la PC y la impresora, sitio para los lápices y escuadras. Y una silla de respaldo.
María Fernanda Sánchez, diseñadora de interiores de Verde & Naranja, sugiere pintar las áreas de estudio con colores claros para expandir la luz. Es mejor evitar los tonos oscuros, ya que podrían causar pereza y disminución de la creatividad.
Es aconsejable situar al escritorio cerca de una ventana. En el caso de no contar con luz natural, la experta recomienda usar iluminación cálida para ambientar el área. Si requiere mayor luminosidad, no descarte una lámpara de mesa con luz dirigible.