El espacio de trabajo debe contar con buena iluminación. Se sugiere la luz natural. Foto: Ingimage
El covid-19 llegó y obligó a miles de personas a aislarse en su casa y desde ahí improvisar un espacio para laborar. Algunas se acomodaron en el dormitorio, mientras que otras lo hicieron en la mesa del comedor o en sofá de la sala.
Expertos en Seguridad y Salud Ocupacional celebran esa predisposición, pero advierten afectaciones a la salud por la ausencia de herramientas de trabajo y de un ambiente óptimo para cumplir con las diferentes tareas. Los problemas se podrían presentar a niveles físico, mental y emocional.
La falta de mobiliario ergonómico, por ejemplo, aumenta el riesgo de padecer molestias osteomusculares, que generalmente se localizan en el cuello, hombros, espalda, codos y manos. La ausencia de la luz natural o una que se le parezca -fría o blanca-, en cambio, produce agotamiento visual.
En la sala y dormitorio, por lo general, hay luz amarilla o cálida, la misma que invita a relajarse y descansar. La blanca, según el arquitecto Eduardo Madrid, promueve la concentración, y por eso se la sugiere para estancias como el estudio.
La silla ergonómica está diseñada para brindar confort al trabajador mientras cumple con sus labores. Sobre ella puede permanecer hasta por más de 8 horas manteniendo una postura saludable para la columna vertebral. Lo contrario ocurre con las del comedor.
Las sillas ergonómicas cuentan con ruedas para facilitar el movimiento y con un soporte vital para la salud de la espalda baja. También tiene apoyabrazos que reducen el riesgo de molestias en los codos y muñecas, según Rodolfo Rodríguez, médico ocupacional.
Ese recurso también cuenta con un regulador de altura, ideado para satisfacer las necesidades de los diferentes trabajadores. La altura estándar oscila entre los 42 y 49 cm.
De acuerdo con Juan Pablo Piedra, director del programa de Seguridad y Salud Ocupacional de la UDLA, actualmente el país carece de una normativa que sugiera al empleador dotar de mobiliario y de un ambiente óptimo a su dependiente. Sin embargo, apunta este especialista, es posible resolver algunas necesidades urgentes con implementos que siempre están al alcance de la mano. Los cojines, por ejemplo, pueden funcionar como apoyapiés.
También puede colocarlos detrás sobre el espaldar para que pueda descansar, manteniendo la curvatura propia de la columna vertebral.
Otro ‘tip’ de Rodríguez es optar por una computadora de escritorio o elevar a la portátil para evitar la inclinación del cuello. Si no tiene más opciones, sugiere comprar un teclado y ‘mouse’ independientes para reducir el riesgo de inflación por mantener una postura por mucho tiempo.
Recomendaciones
Para el escritorio o mesa de trabajo, los expertos sugieren una altura de 75 centímetros.
Los dolores en las muñecas se reducen significativamente con el uso del ‘mouse pad’.
Se sugiere un monitor para colocar la pantalla a la altura de los ojos.