Hernán Vásquez, durante un ensayo de la OSNE en la Casa de la Música, en Quito. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
Existe una foto muy especial en el archivo histórico de la Orquesta Sinfónica Nacional del Ecuador (OSNE). En blanco y negro, en esta imagen se puede distinguir a 34 músicos en el que fue el primer concierto de la agrupación en plena Plaza Arenas, en Quito.
Este martes 26 de noviembre del 2019, la orquesta celebra 70 años de vida musical. Y a diferencia de este rústico escenario inicial, la agrupación -ahora con 70 músicos- ha evolucionado hasta contar con escenarios móviles y estar en lugares acústicamente idóneos. En el marco de las celebraciones, Hérnan Vásquez, director ejecutivo de la OSNE, analiza el presente y el futuro de la agrupación.
¿Cuál es el principal desafío al cumplir 70 años?
En el sentido cronológico humano esto podría traducirse en una tercera edad; sin embargo, en el contexto de las edades de una orquesta sinfónica, pues somos relativamente jóvenes. La orquesta se enfrenta ahora a un proceso cargado de géneros musicales, a una estructura muy distinta a la original y a una sociedad que demanda nuevas experiencias. La agrupación debe adaptarse a un público.
¿Pero no se podría perder su esencia en estas adaptaciones al público?
No, es acoplarse a esos modelos, captar al públicos y llevarlo de lo pop a lo académico.
La OSNE ha hecho guiños con la música popular y el rock en los últimos años. ¿Cómo ha sido la respuesta del público frente a ello?
Uno de los principales músicos que tenemos en el país es Julio Jaramillo y no se tienen grabaciones con orquestas sinfónicas. En otros países suelen realizarse grabaciones en homenaje a esos íconos. En ese sentido, hemos visto que al dar ese apoyo a los músicos, como los conciertos que hemos hecho con Descomunal, por ejemplo, también ganamos, ya que la gente se interesa por nuestro trabajo. Es una manera de entrar en contacto con esa juventud que no está muy relacionada con la música académica o clásica.
¿Cómo está el proceso de renovación de las filas de la orquesta?
Hemos tenido un cambio significativo en cuanto a la edad promedio de los artistas de la agrupación. Tenemos un promedio de 40 años de edad entre los músicos de la agrupación. Hemos visto que era necesario crear un semillero de nuevos talentos que sigan los pasos de la OSNE y que puedan, en un futuro, integrarse al conjunto. Así, la Orquesta Sinfónica Juvenil del Ecuador es una opción válida para capacitarse y desarrollar una carrera académica y profesional.
Fotografía de la primera presentación pública de la Orquesta Sinfónica Nacional del Ecuador, en la década de 1950. Plaza de Toros Arenas, fundada en 1930. Foto: cortesía
Entonces, en un futuro los músicos de Orquesta Sinfónica Juvenil formarán parte de la Nacional…
La idea es que muchos de ellos puedan acceder a la OSNE, pero ya con una preparación y experiencia en conciertos de música académica. Serán los nuevos artistas para una renovación. Además, nuestra orquesta es relativamente pequeña, con 70 músicos, y el ideal es llegar a 100.
¿Cómo es el intercambio musical con el resto de las orquestas sinfónicas del Ecuador?
Tenemos ahora un alineamiento con las políticas culturales del Estado y con la red de orquestas. Esto implica abrir espacio en las filas de la OSNE a los músicos de otras orquestas. Además, desarrollamos clases maestras con nuestros músicos propios e invitados, para que haya una interacción entre los músicos del Ecuador.
Han pasado 70 años, ¿se ha resuelto ya la problemática en torno a la sede de la OSNE?
Técnicamente, el Teatro Sucre es nuestra sede. Sin embargo, comprendemos que si hacemos eso, complicaríamos la agenda de trabajo del teatro y sus eventos. Nosotros necesitamos una sala especial para ensayos. En la actualidad, a través del Ministerio de Educación y del Conservatorio Nacional de Música podemos hacer ensayos por la mañana en el teatro del Conservatorio.
Hace poco, el Banco Central del Ecuador nos hizo -en comodato inicial por cinco años- la entrega de un espacio en el norte de Quito que se llamará Centro Cultural OSNE. Allí esperamos implementar, en uno de los hangares, una sala de ensayos. En unos siete meses podríamos empezar con las pruebas acústicas y con ello se podría resolver finalmente la problemática de la sede la OSNE. Tendríamos allí espacios para ensayos de orquesta, de coro y de ballet.
¿Cuál ha sido el balance del programa Sinfónica a las Aulas?
Desde hace aproximadamente cinco años desarrollamos este proyecto en el Ecuador. Hacemos unos 60 conciertos en instituciones educativas del Ecuador. En Sinfónica a las Aulas tenemos formatos que nos permiten ofrecer conciertos con dos, tres, cinco músicos, dependiendo de las obras que vayamos a interpretar.
¿La OSNE realizará grabaciones de álbumes?
En los últimos años hemos grabado álbumes con artistas del país y de la música nacional. Hace un par de años trabajamos en el disco ‘Paulina Tamayo Sinfónico’ y ahora vamos a grabar los himnos del Ecuador y sus provincias en formato sinfónico. El próximo año sacaremos un disco de pasillos y, también, van a estar disponibles nuestras antiguas grabaciones en plataformas digitales, como Spotify.
Su formación. Realizó estudios en los conservatorios de Ambato y Nacional del Ecuador. Se formó, además, en Psicología Educativa, Psicología Infantil, Administración Educativa y Marketing. Ha formado parte de varias orquestas y ensambles académicos y populares como violonchelista.