La película X-Men une dos arcos argumentales

'X Men: Days of Future Past' es una de las secuelas más esperadas para este 2014. movieweb.com

La representación de alegorías respecto de conflictos sociales en cintas de superhéroes y ciencia ficción funcionan, hasta el momento, como propuestas de lectura. 'X-Men: Días del futuro pasado' no se escapa, más aún cuando la creación del mismo cómic en el que se soporta el filme se asienta en ello.
Ahora, los personajes de la serie del pasado y del futuro consiguen unirse más allá del tiempo y del espacio, para bregar por un porvenir alejado del exterminio que los amenaza. En un futuro apocalíptico, bajo el acoso de los Centinelas, como una medida desesperada y con la ayuda de la habilidad de teletransportación de Kitty Pride, los mutantes envían al pasado a Wolverine. Su objetivo: evitar un asesinato que definirá la historia.
Esta nueva cinta, que consigue el 'crossover' entre las dos series de películas trazadas sobre la historieta, mantiene las reflexiones sobre la segregación y la lucha por los derechos civiles; pero suma otras líneas de pensamiento.
Así se muestra la necesidad humana de construir nuevos enemigos. La narración ubica el final de la guerra de Vietnam como el inicio de un nuevo combate, que toma como motivos a la supervivencia, la superioridad evolutiva y la amenaza ante lo desconocido... temores que se transforman en odios y que cierran las puertas de la tolerancia y el diálogo; mientras abren las de los poderes armamentistas.
En tiempos turbios, discursos moderados y diatribas fundamentalistas completan la atmósfera de caos. En el caso de la comunidad mutante, ambos polos están representados por el Profesor X y por Magneto, quienes a pesar de su pasado y futuro en común y de perseguir el bienestar de su especie, se enfrentan por la dureza de sus acciones y la radicalidad de sus ideas.
Si bien el combate en 'X-Men: Días del futuro pasado' se exhibe con escenas de acción coreografiadas en detalle, el control narrativo -sobre una propuesta cronológica compleja- del director Bryan Singer consigue empatarlas con el enfrentamiento verbal y de ideas, una lucha de la que depende la existencia de otros futuros posibles. Ese control narrativo -que a ratos cede ante excesos y cuotas de humor vergonzosas- también permite corresponder los acontecimientos de este filme con lo hecho en las precuelas/secuelas que lo preceden, incluso llenando vacíos.
La película no se apega con fidelidad al cómic y la narración de contextos -en un inicio abundante- es necesaria para entender la complejidad de este arco argumental. La línea del relato permite la introducción de nuevos personajes (Bishop), la relevancia de un héroe (Wolverine), la trascendencia de un ser ambiguo (Mystique) y la indagación en los ángulos contrapuestos y la reconstrucción existencial que definen a Charles y a Erik.
'X-Men: Días del futuro pasado' se abre a otras líneas argumentales que engrandecieron la publicación de Marvel y su alegoría social.
EL DIRECTOR
Bryan Singer
Nació en 196 5, en Nueva York, curiosamente universo de los personajes de Marvel. Como director o productor cuenta con cintas dispares como 'The Usual Suspects', 'Jack The Giant Slayer', 'X-Men' y 'Superman Returns'.