Bradley Cooper interpreta Chris Kyle en ‘American Sniper’ (‘Francotirador’), el filme de Clint Eastwood nominado para varios premios Oscar. Foto: Outnow.ch.
A Chris Kyle, en quien se basa el filme nominado al Oscar ‘Francotirador’, se le conoce por varios nombres. El que más suena en la película es ‘Leyenda’. Kyle se posiciono como tal por ser el francotirador más letal de la armada estadounidense. De acuerdo a su libro autobiográfico ‘Francotirador: La autobiografía del francotirador más letal en la historia de la milicia estadounidense’ (2012), mató a 160 personas.
Video: YouTube, cuenta: Warner Bros. Pictures
El combatiente nació en 1974 en Odessa, Texas y tras los ataques del 11 de septiembre decidió enlistarse en la armada. Kyle viajó en cuatro ocasiones a Irak para combatir el terrorismo con las fuerzas militares de Estados Unidos. Se dice que en una ocasión le disparó a un francotirador iraquí que se ubicaba a 1 920.2 metros de distancia.
Los insurgentes lo llamaban ‘El diablo de Ramadi’ y ofrecieron recompensas que oscilaban entre los USD 21 000 y 80 000 por su cabeza. Durante el combate recibió dos disparos no letales y estuvo involucrado en seis bombardeos. Según se ve en el filme, Kyle vio morir a varios de sus compañeros- muchos fallecieron en sus brazos y fue testigo de actos de crueldad como torturas a niños.
Sus vivencias en la guerra lo llevaron a desarrollar un trastorno por estrés postraumático. Al regreso de su cuarto viaje de Irak tuvo que decidir entre la vida militar y su familia. Tuvo dos hijos que nacieron mientras él combatía en Irak y a quienes conoció poco.
Su vida de combatiente llevó a su matrimonio con Taya Kyle -con quien contrajo nupcias en el 2002- al límite. Tras años de pasar más meses en la guerra que en su casa, Chris Kyle decidió abandonar la milicia en el 2009. Fue dado de baja con los más altos honores.
Por su valentía y sus habilidades militares se le otorgaron varias de las medallas más honoríficas de la armada estadounidense, incluyendo dos estrellas de bronce y cinco de plata. También recibió una medalla de elogio de los cuerpos de la marina y la armada.
El regreso a la vida civil le costó mucho. Tuvo que lidiar durante meses con el trastorno que desarrolló durante los años en la guerra, consiguió ayuda sicológica para salir de él. Al poco tiempo estableció su compañía Craft International y formó parte de la fundación FITCO, dedicada a ayudar a los veteranos de la guerra a lidiar con el estrés postraumático.
A la par de su recuperación escribió su novela autobiográfica que fue publicada en el 2012 por la editorial HarperCollins. En ella, y en varias entrevistas que dio a medios luego de la publicación, aseguró no tener remordimientos por haber matado a las personas “tuve que hacerlo para proteger a los militares”.
El 2 de febrero del 2013, Kyle acudió a un rancho en Texas en el que pretendía ayudar a un veterano estadounidense a lidiar con los estragos sicológicos que le había dejado la guerra. Sin embargo, nunca completó esta tarea, pues este excombatiente le disparó dejándolo sin vida.
“Chris Kyle murió como vivió, sirviendo a los demás”, aseguró su esposa Taya Kyle en una entrevista al diario Los Angeles Times.