Con un arsenal de frases en contra de los hombres y la infidelidad llegan todos los días tres mujeres hasta las instalaciones de Radio Canela. De sus carteras sacan otro cargamento de hojas y fichas que les sirven para conducir el programa ‘Las trompas de falopio’. Como si fuese una conversación de amigas íntimas inicia el programa radial. Un espacio donde las mujeres pueden hablar de los temas que les preocupan y los hombres pueden aprender más sobre el género femenino, dicen sus conductoras. Traiciones, desamor, problemas familiares, y más temas se presentan diariamente en Radio Canela Quito desde hace cuatro meses. Esta ciudad fue la última en sumarse a este programa, que desde hace seis años está al aire en las diferentes transmisoras de la cadena radial. En cada estación se transmite con un grupo diferente de conductoras. Tres mujeres son las que llevan la batuta en este espacio. Ellas planifican semanalmente sus temas y cada día está destinado a una temática en específico. Por ejemplo, el pasado martes, o llamado martes mitológico se trató el tema de la venganza. Recurriendo a la conocida frase del Chavo del 8 “la venganza nunca es buena mata el alma y la envenena”, Olga Dután, Angélica Millán y Elizabeth Farfán iniciaron el debate, que trajo decenas de llamadas y e-mails. Cada una de ellas tiene un personaje en la radio. Dután es la Dr. Miranda, quien es enérgica con los hombres y cree que el perdón no se lo merece nadie; Farfán es la mujer que perdona, que cree que el amor se merece más de una oportunidad; mientras que Millán es el punto de equilibrio entre las dos. Pero, además de las cuatro locutoras, un experto las acompaña en los programas. “Depende del tema que vayamos a tratar”, dice Farfán, “escogemos al especialista, que puede ser psicólogo, sexólogo, abogado o terapista”. La emisión dura dos horas y en ese lapso se escuchan comentarios de todo tipo. La idea, según Dután, es que el programa sea positivo y que los problemas que se abordan sean hablados de una forma en la que la gente sienta que tengan una solución fácil.Cuando los micrófonos se encienden las chicas también arrancan sus conversaciones con mucha alegría. Las risas, las bromas y hasta las malas palabras no faltan en el segmento. Una vez que los micrófonos se apagan en cada pausa comercial, ellas no dejan de hablar, las bromas, un poco más subidas de tono, se siguen repitiendo hasta cuando vuelven nuevamente al aire para continuar. Pero ‘Las trompas de falopio’ no solo es un espacio para compartir, ahora también ha tomado el papel de Cupido. Cada semana las trompitas (radioescuchas) envían sus carpetas en espera de encontrar a su pareja ideal, a su media naranja, o al menos la que más se acerque, dice Millán.Los temas del programa también los sugiere el público