La noche del viernes fue de thrash metal en Quito. La banda brasileña Sepultura llegó a la capital con su carga de metal para los fanáticos que estuvieron en el estadio Chaupicruz, en El Labrador.
Sepultura cumple 25 años de trayectoria en la escena mundial. Y este recital fue el pretexto perfecto para que se encuentren en una noche cientos de personas que crecieron con la música de la banda de Bello Horizonte.
Santiago Calvache tiene 42 años. Lleva el cabello largo y ya empieza a pintar algunas canas; y en su torso, bajo una chaqueta de cuero, lleva puesta una camiseta de Sepultura, es la del disco Beneath the Remais, editado en 1989, cuarto disco de la banda.
Él sabe que tiene la misma edad que Andreas Kisser (guitarrista de la agrupación) y eso, para él, ya padre de dos niños, es un honor. “Kisser cumplió años en agosto y yo cumplí en marzo. Soy mayor”, dijo y rió mientras estuvo entre los primeros de la fila que se formó fuera del lugar del concierto horas antes de que inicie.
Para este fanático, la salida del líder y fundador de la banda Max Cavalera fue una mala noticia, en principio. A su modo de ver, el estilo de Sepultura cambió con la llegada del nuevo vocalista, el estadounidense Deerrick Green, en 1998. Pero aún así no se pudo perder el show del viernes.
Él creció con la música de la banda. Y temas como War for Territory, Arise, Troops of Doom, marcaron su vida. Dijo que hasta ahora guarda un tesoro: el disco Chaos A.D., su favorito.
Sepultura llegó al país para promocionar su nuevo disco A-Lex (Sin Ley, en latín), que se lanzó en el 2009 y que contiene 18 temas. La gira empezó el pasado 12 de septiembre en Joao Pessoa, Paraíba, Brasil. Luego llegaron a Quito y ayer estuvieron en Cuenca. La siguiente parada de los brasileños será en Argentina.
El concierto empezó a la hora prevista, 20:00. Los teloneros fueron los quiteños Curare; a ellos les siguieron Avathar y Sarcoma, ambos también de Quito.
Sepultura inició su recital con el corte Moloko Mesto, segunda canción del disco que promocionan. A esta le siguió Arise, un tema clásico de la banda y con eso los fanáticos saltaron en efusividad. Desde ese momento, con cada tema que sonaba en el centro, frente al escenario se formaba un gran círculo de gente en movimiento, era el baile del ‘mosh’.
Calvache saltó de emoción al escuchar el tema Refuse Resist, que es el primer tema de su disco favorito. La noche avanzaba y la sorpresa de muchos de los asistentes fue escuchar temas como Orgamatron, cover de la clásica banda de rock and roll Motorhead. También al sonar temas como Policía, tema que Sepultura sacó en tributo a la agrupación brasilera Ratos de Porao.
La misma Ratamahatta sacó a Ronald Álvarez un grito de euforia cuando este joven de 25 años escuchó los tambores que iniciaban el tema. Al finalizar ese tema, solo pudo decir que el disco Roots Bloody Roots es con el conoció a los Sepultura.
Se acercaba la media noche y Sepultura estuvo por más de dos horas interpretando 23 temas. Todos quedaron satisfechos por escuchar clásicos de la banda y las nuevas propuestas musicales.