Han pasado más de 30 años desde que ambas estrellas dieran vida a dos figuras míticas en el cine de boxeo que son recordadas hasta hoy: Rocky (Sylvester Stallone) y Jake LaMotta (Robert DeNiro). Y, según cuenta el mismo Stallone, después de interpretar a sendos boxeadores, las carreras de ambos tomaron caminos muy diferentes.
Stallone se convirtió en uno de los mejores actores de acción y DeNiro, dramático (y últimamente, cómico).
“Robert y yo empezamos casi al mismo tiempo. No olvido cómo cuando ‘Rocky’ estaba en uno de los teatros principales de la ciudad, sólo dos cines al lado también se proyectaba ‘Taxi Driver’ y al ver a Robert en esa película pensé ‘¿quién es ese chico con el corte de pelo Mohawk? ¡Es increíble! Justo después yo empecé a hacer cine de acción, no fue una elección intencional sino que simplemente mi carrera tomó ese camino y Robert se convirtió en un increíble actor”.
“Aquí estamos los dos, de vuelta al ‘ring’, 30 años después a pesar de tener carreras increíblemente diversas”, aseguró Stallone, quien da vida a uno de los dos boxeadores retirados a quienes se les plantea el desafío de pelear por última vez y ajustar cuentas pasadas.
Con ‘Grudge Match’, el director Peter Seagal consiguió el pretexto ideal para poder ver a ambos actores encontrarse cara a cara, enfundarse nuevamente los guantes de box y desatar grandes anécdotas y recuerdos. El filme habla de mirar hacia atrás, de hacer un balance de vida y de intentar cambiar los errores del pasado.