Cada Navidad, el Mando de Defensa Aeroespacial de Norteamérica (Norad), una organización conjunta de los Estados Unidos y Canadá, se encarga de hacer un curioso seguimiento a Papá Noel.
Durante el año, Norad es el responsable de proteger los cielos del país estadounidense y canadiense.
Sin embargo, tiene como tradición, en vísperas de Navidad, activar un sistema de rastreo que puede seguir a Santa.
Su recorrido, como no podía ser de otro modo, empieza en el Polo Norte.
Según la cadena de noticias ‘CNN’, el rastreo se puede hacer por medio de Amazon Alexa, OnStar y el motor de búsqueda Bing.
No es un secreto para nadie que durante el 24 y 25 de diciembre los niños del mundo tienen la esperanza de recibir uno que otro regalo. La señal de que se acerca ese momento es la llegada de Santa Claus.
En el imaginario popular se piensa en un hombre ‘bonachón’ que sobrevuela las ciudades del mundo para repartir regalos que ha construido él mismo con apoyo de los elfos, los cuales trabajan en un taller de la parte más recóndita y mágica del Polo Norte.
Así que, con ayuda de la tecnología, Norad muestra el trayecto del navideño hombre en el sitio web o recibe llamadas en el comando.
“Debido a preocupaciones de covid-19, el Centro de Operaciones de Seguimiento de Santa de Norad tendrá menos operadores telefónicos, por lo que las personas que llamen y no se comuniquen con un voluntario escucharán una grabación actualizada regularmente sobre la ubicación actual de Santa”, se lee en el comunicado de prensa de Norad.
La increíble historia
Detrás de esta bonita y emocionante tradición existe una increíble y accidental historia.
En 1955, un periódico local informó que los niños, que tanto estaban esperando a Papá Noel, podían contactarlo por un número telefónico que aparecía en la publicación de prensa.
Como era de esperarse, miles de niños se unieron para llamar a Santa Claus, esperando que el hombre les compartiera algo de su mágica travesía por el mundo.
Sin embargo, el periódico había cometido un error en la digitación del número y había dado el teléfono del Mando de Defensa Aeroespacial de Norteamérica.
Los niños, sin saberlo, llamaron a uno de los grupos de defensa aérea más reconocidos del país norteamericano.
“En lugar de comunicarse con Santa sonó el teléfono con el comandante de la tripulación de turno, el coronel de la Fuerza Aérea de EE.UU. Harry Shoup, en el Centro de Operaciones del Comando de Defensa Aérea Continental, el predecesor de Norad”, se lee en el comunicado.
“El coronel Shoup se dio cuenta rápidamente de que se había cometido un error y le aseguró al niño que era Santa”, afirmó.
Y aunque fue un error que sin duda quebró todo tipo de protocolos de seguridad, también creó una más que particular tradición: los niños del mundo pueden seguir la magia de Santa Claus, o Papá Noel, o San Nicolás, por medio de sus coordenadas en el cielo del 24 de diciembre.