Cuando se acerca el periodista de turno, Sebastián Yatra se levanta de su silla, saluda con entusiasmo y lanza una sonrisa fugaz. De regreso a su asiento habla con soltura de ‘Dharma’, su tercer disco de estudio, y de varias de las 17 canciones que están en este álbum; manda saludos y agradece la compañía de sus seguidores.
Son las 11:15 del miércoles 19 de enero. Yatra está en una pequeña sala del piso 17, de un hotel de El Poblado, en Medellín, su ciudad natal. Segundos antes de iniciar la entrevista con EL COMERCIO, le susurra a uno de sus asistentes que consiga algo de comer y le cuenta, con algo de complicidad, que salió de su casa sin desayunar.
Como ocurrió hace cinco años, con ‘Mantra’, decidió que su nuevo disco tenga el nombre de una palabra de origen sánscrito: dharma; a la que concibe como un término vinculado al crecimiento interior de las personas. “El dharma -dice- es lo que recibes en tu vida por las cosas que haces bien”.
La presencia de estas palabras en su carrera musical no son una casualidad. Asegura que desde los 12 años tiene una conexión cercana con el mundo espiritual. Reza y hace yoga. Estas dos actividades le han permitido tener los pies sobre la tierra. “Son cosas de las que puedo agarrarme; porque si no, con la cabeza tan loca que tengo me iría sin frenos por todo lado”.
Dharma también es el nombre de la canción en la que comparte créditos con el colombiano Jorge Celedón y la española Rosario. Cuenta que es uno de sus temas favoritos del disco; desde el inicio quedó atrapado con esa mezcla inusual de sonidos del pop, el vallenato y el flamenco. Cuando la escribió lo hizo con la idea romántica de agradecerle a la vida por la presencia de esa persona que logró hurgar en lo más profundo de su ser y entrar en su corazón, quizás sin él merecerlo.
A Yatra le gusta componer y grabar temas con artistas que admira. Escribir con base en una conversación casual, lanzar melodías e improvisar. A través de este ejercicio aparecieron canciones como Pareja del Año, con Myke Towers; Si me la haces, con Lenny Tavárez y Mariah; o Las dudas, con Aitana.
Asimismo, se siente atraído por explorar nuevos géneros musicales. ‘Dharma’ es un disco en el que une los sonidos acompasados de la balada pop, a los ritmos pegajosos de la música urbana, la cumbia, el flamenco y el vallenato. Dice que aún no ha pensando lanzar un tema en el que se escuchen las notas del pasillo ecuatoriano, pero que estaría encantado de hacerlo y en ese empeño visitar el país.
Da la impresión que su tercer disco llega en un momento de su vida en la que se siente cómodo con lo que es y con las decisiones que toma en el día a día. Asimismo, en un momento en el que no le da empacho hablar de su vida personal, como contar la decisión de ir por primera vez a un psicólogo.
De esa experiencia salió Melancólicos Anónimos, una canción en la que cuenta lo que sintió al ir a terapia para curar una pena de amor. Lo hace de una forma divertida, sin el filón dramático que siempre acompaña a una ruptura.
Yatra confiesa que de niño y adolescente nunca le interesó coleccionar discos, pero lo que sí hacía era experimentar y componer sus propias canciones; temas que poco a poco se han ido colando en la memoria sonora de millones de fanáticos alrededor del mundo.
En un punto de la charla, resulta inevitable preguntarle si cree en el karma. Él responde que sí y que lo ha sentido como una especie de alarma que le anuncia que se está desviando de su camino. “Me considero una persona que ha invertido mucho en su lado personal y siento que esa es la base para seguir teniendo una carrera exitosa”.