Las salas de teatro continúan cerradas en Quito, en en resto de ciudades con semáforo en amarillo pueden hacer presentaciones con el 30% del aforo. Foto: Archivo EL COMERCIO
“Presentar un obra o un concierto con un aforo del 30% sería, absolutamente, ir a pérdida. Sin embargo, es una buena noticia saber que ya podemos abrir las puertas del teatro. Eso nos permite trabajar, con cierta certeza, en la reprogramación de las presentaciones para el resto del año”. Esta una de las reflexiones que lanzó Ramón Barranco, director artístico del Teatro Sánchez Aguilar de Guayaquil, luego de que el COE Nacional anunciará, la tarde de ayer (30 de junio del 2020), la autorización para que las salas de teatro, que se encuentran en ciudades con semáforo amarillo, abran nuevamente, con un aforo máximo del 30%, excepto en Quito.
Barranco añadió que ahora el reto para los teatros del país es convencer al público de que estos espacios pueden ser tan seguros como otros. En relación al protocolo de bioseguridad que van a manejar, sostiene que será el mismo que fue presentado por el Ministerio de Cultura y Patrimonio al COE Nacional.
Nixon García, del teatro La Trinchera de Manta, también es cauto al momento de hablar sobre fechas para la presentación de funciones en esta sala. Para él, en este momento hay dos prioridades: la rehabilitación y mantenimiento del teatro y el reencuentro con los integrantes del grupo para reiniciar los ensayos.
“Nos entusiasma saber que podemos reanudar nuestro trabajo de forma presencial, pero lo más seguro -dice- es que esperemos dos o tres semanas más para comenzar a planificar las presentaciones para finales de año”.
Con respecto a los protocolos de bioseguridad, sostiene que, durante estos meses, han trabajado con las autoridades locales y que hasta la fecha no han recibido ningún documento por parte del Ministerio de Cultura y Patrimonio.
La única ciudad en semáforo amarillo en la que todavía no está autorizada la reapertura de teatros es Quito. A criterio de Juana Guarderas, directora del teatro Patio de Comedias, en este momento es arriesgado abrir los teatros en la capital debido al repunte de casos positivos para covid-19.
Para esta actriz y directora escénica, es muy grave que los teatros de la ciudad siguen cerrados, pero más peligroso le parece hacerse cargo de la vida de otras personas. “En Quito estamos viviendo un momento en el que hay que ser responsables con nuestras vidas y con la del resto de personas. Sabemos que la experiencia no es la misma, pero mientras la situación no mejore hay que seguir apostando por las transmisiones de obras en línea”.
Quito no tiene un inventario oficial de salas de teatro, pero bajo la administración municipal hay cuatro espacios equipados como teatros; la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE) tiene siete a su cargo -pero solo dos están acondicionados como teatros– y por parte del sector privado, la Red de Espacios Escénicos Independientes agrupa 20 espacios de difusión escénica. Guarderas sostiene que la (Reei) es la que elaboró el protocolo de bioseguridad que sirvió como insumo para el documento que el Ministerio presentó al COE.