Tras las casi 40 películas, cortos y largometrajes, para cine y para televisión, que se han hecho sobre su figura, Robin Hood, el personaje legendario de las baladas medievales, reaparece en la pantalla grande.
Ahora lo hace con los elementos y con el despliegue que exige una megaproducción épica, al estilo de ‘Corazón Valiente’ (1995) o ‘Gladiador’ (2000). Y en esa misma medida la fórmula se repite en cuanto un hombre sin porvenir, tras conocer su pasado, deviene en el héroe de una nación. Con la consiguiente mezcla de romances y batallas.Así es, ‘Robin Hood’ (2010), de Riddley Scott, filme que abrió la pasada edición del Festival de Cannes. Más que un ‘remake’, la cinta plantea nuevos giros y nuevas relaciones entre los personajes de la historia. La cinta presenta la etapa anterior al nacimiento de la leyenda.
No se trata tampoco de la infancia de Robin, sino cuando el personaje pertenece a la soldadesca que acompañó a Ricardo Corazón de León durante la Tercera Cruzada. Sin embargo, su fidelidad al rey se muestra desde una perspectiva crítica.
Es decir, el arquero no es el ladrón de los bosques de Sherwood, sino el soldado derrotado que vuelve a su país. Un territorio con una profunda crisis social y económica, que resulta de la campaña de Ricardo a Tierra Santa. Un grupo de ladrones aparece como respuesta a esa crisis, pero, en principio en nada se relaciona con Robin.
En ese contexto y tomando referencia a datos de la historia real inglesa, el hecho de robar a los ricos para distribuir el botín entre los más pobres, se transforma en una lucha de clases. Robin es la voz de la plebe , pide justicia ante la corona, una justicia que evite los excesos de la monarquía y reconozca los derechos de cada ciudadano.
Así y por los giros de la historia, el personaje sin porvenir se encuentra con su pasado y comprende su lugar en el mundo.
Además Inglaterra vive la amenaza de una invasión, con ello Robin se erige como héroe nacional. El bosque de Sherwood, como lugar de la acción, se cambia por la costa inglesa donde la batalla no es contra el Sheriff de Nottingham (quien apenas aparece en la cinta), sino para defender la libertad.
Pero, el celo del poder lo convierte en forajido.
Solamente algunos de los personajes originales (el pequeño Juan, el fraile o Marión como una bravía mujer) aparecen en esta cinta donde predomina la emoción de los efectos y las tomas antes que la historia.