Pocas veces llegan a las salas de cine españolas películas desde Ecuador, pero ‘Rabia’, de Sebastián Cordero, lo hace pisando fuerte.
Después de un exitoso paso por Tokio y Guadalajara, este thriller psicológico, producido por Guillermo del Toro, se alzó con el premio a la mejor película en el Festival de cine español de Málaga.
Una cinta pequeña que se hace grande en pantalla. Tras su aplaudido debut con ‘Ratas, ratones y rateros’, que fue nominada al Goya como mejor película latinoamericana, y ‘Crónicas’, ‘Rabia’ es el tercer filme de Cordero, que no pudo trasladarse a Madrid para su presentación porque se encuentra inmerso en su próximo proyecto, en Ecuador.
Parte del elenco brindó una rueda de prensa en Madrid.
Protagonizada por Gustavo Sánchez Parra (‘Amores Perros’) y Martina García (‘Biutiful’), la historia se centra en las vidas de dos inmigrantes latinoamericanos que trabajan como albañil y empleada del hogar en el País Vasco.
Tras una pelea con su patrono, él lo acaba matando por accidente y se ve obligado a ocultarse en el desván de la casona donde sirve su novia, sin que ella lo sepa.
Oculto en esa “privilegiada” posición, será testigo de la podredumbre de una familia señorial enmarañada entre alcohol y mentiras y los abusos soportados por su novia mientras contempla, lleno de rabia, cómo su cuerpo se va consumiendo.
Basada en la novela homónima del argentino Sergio Bizzio, ‘Rabia’ busca superar el tema de la inmigración contraponiendo la visión de una acomodada familia que lo tiene aparentemente todo pero está hastiada de su vida, con el espejo de una joven pareja que no tiene nada, salvo sus ganas de vivir. Y enmarca todo ello entre las claustrofóbicas paredes de un enorme caserón.
Pero, además, bajo la batuta de Cordero esta coproducción consigue crear “un mosaico de texturas interpretativas muy fértil”, señaló durante la rueda de prensa en Madrid el actor Álex Brendemuhl, que también se alzó con la Biznaga de Plata en Málaga por su pequeño papel en el filme.
El actor catalán hace referencia al coctel de actores (“de su padre y de su madre”, señala bromeando) como las españolas Concha Velasco e Iciar Bollaín, la colombiana García (‘Biutiful’) y el mexicano Sánchez Parra. “Es difícil dirigir a actores de otra cultura, porque pierdes matices, pero Sebastián tenía el oído muy fino y no los ha perdido”, señaló Bollaín.
La actriz y directora (‘Te doy mis ojos’) acaba de regresar de Bolivia, donde se llevó a cabo el rodaje de su próximo filme tras las cámaras, ‘También la lluvia’, enmarcado en la guerra del agua en el país andino. Bollaín aprovechó la ocasión para alabar el cine latinoamericano, pues con unos medios escasísimos, países como Bolivia consiguen hacer tres o cuatro películas al año “con un entusiasmo y unas ganas increíbles. Ojalá que salga más gente de allá (América Latina) y nos cuenten cosas.
Y tampoco la actriz Concha Velasco escatimó en halagos para el cine al otro lado del Atlántico: “Me interesa mucho el cine que se hace en Latinoamérica, especialmente en México y en Argentina, y me gustaría mucho que contaran conmigo” en un futuro, declaró la veterana actriz.
En este sentido, contó que Sebastián Cordero es muy diferente a otros directores con los que había trabajado. “Cuando vi la película me emocioné y me conmocioné”.