Las puertas del Parque Bicentenario se abrieron para Kiss

En la foto, el ingreso de los fanáticos de la banda Kiss se dío desde las 16:30 de este domngo (12 de abril). Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

"Queremos entrar " era el coro que se escuchaba pasadas las 16:00, a las afueras del Parque Bicentenario. La organización del concierto había previsto abrir las puertas a las 16:00, sin embargo esto no sucedió.
El retraso se dio debido a que la Intendencia se encontraba verificando que no haya irregularidades con la venta de entradas, según uniformados que custodiaban la entrada principal (en la avenida Amazonas).
Mientras tanto, una de las preocupaciones de los asistentes era si los menores de edad podrían ingresar. Esto se debe a rumores de que menores de 16 años no podrían entrar al concierto. Los policías informaron que los menores de edad podrían acceder acompañados de un adulto. A las 16:30, se dio paso a las personas con capacidades diferenciadas.
Además, debido a un problema en la producción, apenas a las 18:00 se permitió el ingreso de los asistentes. A esa hora, la fila de fanáticos empezaba en el ingreso principal al Parque Bicentenario y se extendía por al menos 11 cuadras bordeando el lugar. Las últimas personas se ubicaron en la avenida Isaac Alveniz.
A las 18:20, cerca de 2 000 personas habían ingresado. Juan Zapata, de la Secretaría de Seguridad del Municipio explicó que el retraso no fue responsabilidad del Municipio sino de los organizadores del evento. No obstante, durante la espera, personal de la Policía Nacional y Metropolitana se encontraban realizando recorridos a pie, en caballo y en patrullas para garantizar la seguridad de los asistentes.
Hasta esa hora la Policía decomisó de entre los asistentes botellas de licor y cerveza, pero ninguna arma cortopunzante.
No obstante el retraso generó molestias entre los fanáticos. Karla Armijos, de 37 años, estaba sentada en el piso y sin sus zapatos. Permaneció en el sitio mas de 10 horas y pedía se agilite el ingreso, antes de que cayera el sol. Ella pagó USD 120 por la entrada de ella y de su esposo.
A las 18:30 la fila de personas llegaba hasta la calle Palora. A esa hora el tráfico vehicular ya se tornó pesado por la avenida Amazonas pero el paso aún estaba permitido en ambos sentidos.