La película ‘El origen’ está en el país por cuarta semana consecutiva. En el mundo se ha mantenido como una de las más taquilleras, ¿cuál es el secreto de su éxito?Al parecer la clave es su guión original. Este pone en escena el intrincado panorama que ofrece la mente humana. Christopher Nolan, director de la cinta, recurre al sueño como el contexto en el que se desarrolla la historia de un ladrón de secretos e ideas. Para realizar esta labor, Don Cobb (Leonardo DiCaprio), ingresa al subconsciente de las personas mientras duermen. Su habilidad lo hace un sujeto muy cotizado y también muy perseguido por sus enemigos. Para el psicólogo ecuatoriano Cristhian Noboa, la película es un sueño del personaje de DiCaprio. “Lo que Don ve como mundo real es el nivel de sueño donde él vive permanentemente”.Noboa dice que la historia central del filme es el viaje que realiza un hombre para entender la verdad de lo que ha hecho. Este psicólogo lo llama catarsis.‘El origen’ cobra sentido cuando Cobb planea, no un robo, sino la implantación de una idea. La mente de un empresario es el terreno fértil para esta labor. Ivanova Nieto, comunicadora social, dice que Di Caprio, en el thriller, trabaja fijando una idea pequeña en la cabeza de su víctima y aparece en esa persona como algo real; como algo propio. Para Nieto, la película genera preguntas sobre la credibilidad de la realidad. “El hilo argumental de la película es la introducción de una idea en la mente de una persona en el momento en que este es más vulnerable, el sueño”, explica Noboa. El director utiliza conceptos de la psicología como las proyecciones o los vínculos. Para Noboa las proyecciones, en el caso de ‘El origen’, son las personas que deambulan y que el subconsciente combate en proporción a la amenaza percibida. La proyección es un mecanismo de defensa del individuo para combatir peligros internos y externos. Es decir, que los sujetos que aparecen como los villanos son en realidad construcciones del subconsciente para combatir a Cobb y sus colaboradores.El complejo de Edipo se lo asocia con la relación entre el millonario Robert Fischer y su padre. El hijo piensa que su padre está decepcionado de él y ese rencor lo guarda en su interior.La confusión puede tentar al público cuando observe el filme. Esto se debe a que “existen distintos sueños y cada uno representa a las capas de la mente”, según el psicólogo Cristhian Noboa. Pero Nolan lo resuelve con la introducción de un amuleto: el tótem. Este es un objeto que permite saber si alguien está dentro de su sueño o en otro. Noboa asegura que es un artificio rebuscado del director para asociarlo con la psicología y con Sigmund Freud, el fundador del psicoanálisis.Las balas, golpes y efectos especiales acompañan hasta el final de la cinta. Según Nieto, la culminación del filme es abierto. La intención del director es generar la duda de si Cobb está soñando o logró su objetivo de insertarse en la realidad.