El cineasta Fernando Mieles (i) y el artista plástico Allan Jeffs, en un conversatorio en la Universidad de las Artes, en el que hablaron sobre la película ‘Persistencia’. Foto: Cortesía UArtes / Tyrone Maridueña
Un “filme de contemplación”, que “recrea” el periplo del artista chileno Allan Jeffs mientras pasea cinco esculturas de paja toquilla por la Antártida, y “que habla sobre el arte, la ciencia y el hombre”.
Así define el cineasta guayaquileño Fernando Mieles a su nueva película, ‘Persistencia’, que espera estrenar en los próximos meses y que obtuvo recientemente el premio de distribución de los fondos concursables del Consejo Nacional de Cinematografía (CNCine).
El jurado de la convocatoria definió al filme de 46 minutos como “una propuesta de cine artístico y documental”, con potencial para acceder a los circuitos de festivales internacionales.
Mieles y Jeffs hablaron sobre el proyecto, la noche del pasado miércoles, con estudiantes de la Universidad de las Artes (UArtes) en Guayaquil.
Jeffs considera la película “un acto poético”, una obra de arte en sí misma, que trata temas como el absurdo y la locura. “¿Qué hace un hombre caminando kilómetros por unos glaciares para instalar una obra en medio de la nada, una instalación que nadie verá, a la que se le tomará una foto antes de proceder a desinstalarla? Viene un cruce con lo que significa arte contemporáneo”, indico el chileno, residente en Ecuador.
El tráiler del filme, que fue proyectado por primera vez en la UArtes, muestra el imponente paisaje y a las criaturas de la Antártida, en el que irrumpen a menudo las cinco figuras huecas, que representan a hombres arrodillados con capucha, esculturas en paja toquilla tejidas por mujeres humildes de la provincia de Santa Elena. La imágenes fueron captadas el 2012 con una cámara fotográfica Canon 7D.
“Es un quiebre con todo lo que he hecho anteriormente”, le dijo al EL COMERCIO Mieles, director del largometraje de ficción ‘Prometeo deportado’ (2010) y del documental ‘Descartes’ (2009). “Persistencia’ es una película sin diálogo, con una dramaturgia trabajada sobre las casualidades, donde la estructura dramática responde más que a la causa y efecto, a repeticiones con pequeñas variantes, al modo de ciertas piezas de música clásica”.
El director contó que la idea de grabar el documental, con el que quiso ir más allá de un simple registro de la obra de Jeffs, nació cuando coincidieron en Barcelona (Manabí) y el artista plástico le contó del viaje que planeaba a la Antártida.
“Yo venía de la gira de ‘Prometeo…’, una película grande a la que le había dedicado tanto tiempo”, contó el director. “Me sentía vacío, estaba con esta cuestión de asumir el vacío, como me había recomendado un amigo, y me encuentro con Allan. Y cuando me cuenta su idea yo le digo: ‘Quiero ir a la Antártida contigo, porque para mí lo que tú vas a hacer no tiene sentido, y quiero hacer una película sobre el sinsentido”.