La película narra la vida de Nick Dunne, cuya vida se ve alterada por la desaparición de su esposa. Foto: Cortesía.
En las manos de David Fincher se labra un complicado thriller psicológico con la película ‘Perdida’. Amy Dunne desaparece misteriosamente el día de su aniversario de bodas. Un confuso y despistado esposo, Nick Dunne, denuncia la desaparición, sin comprender que de un momento a otro su vida se volvería pública y el centro de investigación por asesinato sería él mismo.
La trama se desarrolla lentamente, no hay apuro para resolver un misterio que tendrá demasiadas vertientes para escoger.La fotografía –como la misma historia- se mantiene oscura, triste. Un aporte del director de fotografía Jeff Cronenweth (‘El Club de la Pelea’ y ‘Red Social’), quien utiliza desde una tonalidad grisácea y planos fijos para seguir el ritmo que lleva la narrativa.
El guión, escrito por Gillian Flynn, autora de la novela en la que se basó el filme, no escatima en tiempo – la cinta dura 149 minutos-. La construcción de los hechos deja al público queriendo un poco más, incluso cuando ya ha terminado el filme.
En esta cinta el director juega con alucinantes giros dramáticos, cambiando radicalmente el rumbo de sus personajes. Detalles que dejan ver lo minucioso del director para desorientar exitosamente al espectador. Dejándolos sumergirse en su asiento entre el miedo y la emoción. Recuperando el suspenso bien elaborado que falta en el cine.
Fincher logra enganchar a la perfección a los protagonistas con la personalidad de sus ciudades natales. Nick creció en Missouri, un lugar hogareño y con sentido de familia. Mientras que Amy es el reflejo de una Nueva York elegante, sofisticada y artística.
El amor ata una vida de ciudad con una de pueblo, marcando desde el principio la posición que ocupará cada uno en la relación.
Los saltos temporales, que se manejan en la cinta, contribuyen para contar la compleja relación de este matrimonio, desde varias aristas. Pero esencialmente desde el punto de vista de una pareja que está lejos de ser idílica.
La película propone una mirada hacia la vida en pareja. En cuánto puede influenciar la personalidad de cada uno sobre el ser amado. Pero, sobre todo, cómo se pueden conllevar estos cambios una vez que la pareja empieza a resquebrajarse y perderse.
Esos cambios que involuntariamente se producen entre las dos partes de un matrimonio se reflejan aquí con consecuencias fatales que harán cuestionar a cualquier pareja.
Este filme de crimen recuerda un tanto al encuentro de Ryan Gosling con Anthony Hopkins en pantalla, en la película ‘Fracture’. En esa historia se vio a Hopkins elaborar una manipuladora coartada de crimen que funciona para enredar a un abogado y librarse de prisión.‘Perdida’ mantiene ese estilo de narración. Una trama que confunde la verdad que el espectador cree ir recolectando a lo largo de toda la cinta.
El as bajo la manga de esta película es sin duda Rosamund Pike -quien se pone en la piel de Amy-. La actriz ha tenido pocos roles protagónicos, pero esta vez logrará cautivar a la audiencia en un personaje que va develando poco a poco las capas de su personalidad.
La actriz de rostro dulce puede ser visceral al mismo tiempo. Haciendo que su interpretación -como la esposa de Ben Affleck- resulte arrolladora y sea un nuevo reto para el cine.