El ecuatoriano Pedro Pozo conjuga fantasía y realidad en las grandes producciones de Hollywood

El ecuatoriano Pedro Pozo cursó sus estudios en la Vancouver Film School. Foto: María Isabel Valarezo/ El Comercio.

Pedro Pozo, cuencano de nacimiento, ha trabajado durante 10 años en grandes producciones de Hollywood, como ‘X-men: Días del futuro pasado y ‘Star Trek’, por mencionar un par de títulos.
Llegó a Quito hace aproximadamente un mes y está trabajando, por el momento, en proyectos de publicidad. Sin embargo, aun mantiene contacto con un estudio en Toronto para el que trabajaba, por lo que antes de la charla aprovecha para atender una llamada y enviar correos electrónicos.
Toma asiento en una mesa cerca del gran ventanal de una cafetería en el norte de Quito y aunque el cielo está nublado y afuera hace frío opta por una bebida refrescante.
En los créditos de las películas en las que ha colaborado su nombre aparece junto a cargos relacionados con el ‘compositing’ (composición digital en español), lo que significa que interviene en los procesos de producir las imágenes finales (output). En sus palabras se encarga de integrar “la fantasía (recreada digitalmente) con la realidad (lo filmado por las cámaras)”.
Su trabajo es bastante complejo e intenso, no solo porque su tarea principal es que las imágenes finales de un filme luzcan perfectas y que visualmente se vean ‘reales’, sino porque en los dos meses previos a la salida de la producción se dedica a ella hasta 16 horas al día, inclusive los fines de semana.
Sus tareas se dificultan aún más cuando llegan a la pantalla de su computador escenas con errores que no se vieron durante la filmación y debe corregirlos. Esto generalmente ocurre cuando el director no tiene claro lo que quiere y cuando el rodaje se maneja desorganizadamente.
Además de los filmes de las sagas de X-men y Star Trek, Pedro colaboró también en ‘Rush’, ‘Tocal Recall’, ‘Robocop’, ‘Terminator Salvation’ y en varios episodios de la serie de televisión ‘Star Wars: The Clone Wars’.
En este sentido, su labor como compositor digital (‘digital compositor’) se centran películas de efectos especiales, en las que al menos el 80% de las escenas incorporan este tipo de efectos.
Pedro revela que cuando se trata de filmes grandes- con inflados presupuestos- existen muchas instacias de supervisión y los productores del filme acostumbran a contratar a estudios para realizar todo lo referente a la postproducción.
Es para estos estudios, especializados en dicho ámbito que llegan a tener hasta 500 empleados, para los que él ha trabajado. Entre ellos Lucas Film y Technicolor que fue el último para el que realizó un proyecto, ‘Cinderella’ a estrenarse en 2015.
Antes de que los planos, apenas de segundos, lleguen ‘a sus manos’ se realiza una división de escenas y se las reparte entre todos compositores digitales y demás equipo. Así, lo que Pedro recibe son pedazos aleatorios de la película sin sentido narrativo.
Al especialista en esta rama de post producción no le interesa la historia, ni el libreto. Es lo de menos. Su creatividad se limita a la calidad de la imagen. Eso es lo que importa…crear- digitalmente- “pretty pictures” (cuadros bonitos).
Una década entera dedicado a esta actividad ha significado que los ojos de Pedro se adiestren para convertir cualquier escena o toma filmada en una ‘pretty picture’, lista para ser consumida por el espectador exigente. Durante años a entrenado sus ojos y su cerebro para fijarse en detalles importantes para la disciplina.
Al momento de sentarse detrás de la computadora usa lentes, porque “está comprobado que la vista se debilita (ante exposición continua a aparatos tecnológicos)”. Además los que se dedican a tareas de post-producción también pueden llegar a sufrir trastornos que afectan sus articulaciones, tendones y cuello.
Aparte de los problemas de salud que el trabajo en ‘compositing’ puede acarrear, Pedro menciona que aunque ha sido parte de grandes producciones la remuneración no siempre es buena, mucho menos ideal.
Asimismo, hay proyectos que son muy exigentes en cuanto a límites de tiempo. Esto le ocurrió cuando se involucró en la post-producción de ‘X-men: Días del futuro pasado’, el tiempo asignado fue “excesivamente corto” para la cantidad y el tipo de efectos que debía generar.
Por otra parte, el trabajo en ‘compositing’ tuvo también periodos de claridad para Pedro. En ‘Rush’ trató directamente con Ron Howard, el director; igual que con cineastas a cargo de varias películas brasileñas y disfrutó mucho su paso por ‘Star Trek’.
De igual manera, el ecuatoriano de mano de los estudios ha visitado distintos puntos del globo: varias ciudades de Estados Unidos, Europa e inclusive Asia.
Antes de que el diálogo llegue a su fin toma los últimos bocados de su bebida y aclara que cuando salió del país para estudiar animación (en la Vancouver Film School) “no tenía un plan concreto”, es decir no tenía claro que quería dedicarse al cine.
Contactó a los estudios a través de anuncios y fue aprendiendo sobre su profesión con el paso de los años, empíricamente. “En este ámbito se empieza sirviendo café (…) y muchas veces los títulos no importan para los estudios”.
Los datos
Estudió animación en 3D en The Vancouver Film School. Deliberadamente optó por estudiar en este instituto porque sentía una fascinación por las películas animadas.
Empezó trabajando (durante dos años) en el ámbito de los videojuegos. Realizaba modelaciones en 3D e iluminación.
Aunque no tiene un lugar fijo de residencia porque viaja constantemente, pasa gran parte del tiempo en Canadá.
Dictará un curso de 'compositing' en la Universidad San Francisco de Quito del 12 al 16 de enero.