El diseñador colombiano Juan Pablo Socarrás presentó en Colombiatex + Colombiamoda 2021 una colección sostenible con base en el suprarreciclaje y en la participación de 67 artesanas de 10 departamentos del vecino país.
Este fue el desfile de clausura de uno de los eventos de moda más importantes de la región.
Los asistentes a la pasarela presenciaron 36 salidas, entre femeninas y masculinas, en las que difícilmente se notaron el plástico, las latas y los retazos de tela que fueron usados para crear la colección. Los modelos lucieron prendas fluidas -como Magdalena, el río que le dio el nombre a la propuesta- y en tonos blancos, crudos, tierras y azules.
El río Magdalena nace en el sureste de Colombia y atraviesa 11 departamentos hasta desembocar en el Caribe. “Lo volví un personaje femenino. Una mujer fuerte, transparente. En cada puerto se encuentra con otras mujeres y aprende sus oficios. El mar es la puerta al mundo para las historias de las mujeres que están detrás de la colección”, dijo el creativo.
Se refiere a Historias hechas a mano, el brazo social de la marca Socarrás. Con esta iniciativa, el diseñador y su equipo están capacitando a 67 artesanas indígenas, migrantes o que provienen de contextos difíciles. Las mujeres están recibiendo clases de diseño, tendencias, fijación de precios, mercado digital, entre otros.
El proyecto cuenta con el financiamiento de una famosa marca de bebidas y el apoyo de Corporación Mundial de la Mujer Colombia.
Para esta colección, las artesanas elaboraron prendas y accesorios con técnicas como chaquira, macramé o ganchillo. En la pasarela, cada artículo incluyó una etiqueta grande con el nombre del autor que lo hizo y su oficio, técnica, horas dedicadas y lugar de origen.
Luz María Rodríguez, de Cundinamarca; Dahyana Martin, migrante venezolana, y Blanca Ofelia Patiño, de Bogotá, son algunas de las 67 mujeres que participarán en este proyecto hasta octubre del 2021. En ese mes finalizará la capacitación, pero no el acompañamiento.“Yo hago los básicos”, dijo Socarrás, para resaltar el protagonismo de las artesanas.
Además, contó que los productos podrán ser comprados directamente a las artesanas por medio de un sitio web en el que están trabajando.
Una de las condiciones de la convocatoria a las artesanas era que estén dispuestas a trabajar con materiales reciclados, es decir, a hacer suprarreciclaje. El resultado fue la creación de productos nuevos, como sacos o vestidos.
El reciclaje creativo fue más obvio en prendas y accesorios que fueron elaborados con anillas de latas de bebidas. También fue evidente en un maxivestido hecho con retazos de telas. Sin embargo, estas son excepciones. El ojo no podría siquiera intuir qué abrigos, faldas, chalecos y ‘bodies’ fueron confeccionados a partir de botellas recicladas.
Esto fue posible gracias a la alianza con la marca de bebidas, que proporcionó botellas PET. Estas fueron transformadas en telas deportivas, tipo polo y licra, por la empresa de fibras sintéticas Enka.
El plástico reciclado también se convirtió en botones, collares de grandes perlas, manillas y prendedores.
“Es una colección donde todo es lujo a través de la artesanía y la transformación del material. Hay sostenibilidad económica, cultural (al darles voz) y ambiental. Estamos tocando varios Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas, estamos aprendiendo a caminar hacia lo utópico”, dijo el diseñador.
El sueño de Socarrás ahora es llevar este proyecto a Latinoamérica. “Espero replicarlo en Ecuador, con las artesanas, comunidades y emprendimientos de allá”, finalizó.