La moda refleja la diversificación de la cultura

La vestimenta del mestizaje toma la búsqueda de identidad; la admiración por lo ancestral y tradicional, y el fin de conocer al ‘otro’. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO.

La vestimenta del mestizaje toma la búsqueda de identidad; la admiración por lo ancestral y tradicional, y el fin de conocer al ‘otro’. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO.

La vestimenta del mestizaje toma la búsqueda de identidad; la admiración por lo ancestral y tradicional, y el fin de conocer al ‘otro’. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO.

La posmodernidad es ese momento en la historia en el que la identidad deja de ser determinada por la herencia. La construcción de uno mismo es una exploración consciente de lo cultural, social, sexual...

En las pasarelas más importantes del mundo se ha visto esta búsqueda encarnada en el rescate de la riqueza visual ancestral. Chanel se destacó con la colección ‘Crucero Seúl’ 2015-2016, inspirada en el hanbok, un vestido coreano.  Pero no es un tema de marcas o influencias, sino de individualidad e interculturalidad.

Para Lucely Tigse, kichwa del Cotopaxi, la adopción de elementos externos a su cultura ha sido una forma de aprender sobre el otro. Tigse estudia Relaciones Internacionales en la Universidad San Francisco, y es diseñadora de la marca de joyería amazónica Secha.

“Es muy interesante cómo a través de adornos corporales se puede conocer sobre las creencias y tradiciones de las culturas de la Amazonía”, dice Tigse. Explica que este es el objetivo de la marca, exponer en el Ecuador y en el mundo -gran parte de sus clientes son extranjeros- estas sociedades de las que se conoce poco.

Esta admiración de la riqueza cultural del ‘otro’ permite que haya mayor aceptación de la diversidad, opina Amadeus Galiano, productor y compositor musical. A pesar de que su trabajo ha estado enmarcado en el rock, él lleva un ‘look’ que se podría confundir con una afición al reggae. “Tener rastas en cierta época estaba ligado a un hecho cultural, se podía ver mal si usabas dreadlocks y no eras rastafari”, dice el guitarrista de Munn y El Karmaso.

Ahora, sostiene Galiano, a través de la tecnología y los medios de comunicación, hay tal saturación de información de otras culturas y diferentes estilos que las personas están tomando diferentes matices para hacerlas parte de sí mismo.

Para Natalia Madrigal, una forma de darle valor a lo tradicional y ancestral es adaptándolo a su vestuario diario. Además, a través de telas, texturas y diseños del patrimonio visual, ha encontrado una vía de expresión de su personalidad.

Madrigal es vocalista de Swing Original Monks y su ‘alter ego’ es Juana Monk. En el escenario, su objetivo es llevar a Ecuador en su ropa y para crear conceptos no literales ha trabajado junto a la diseñadora Karina Narváez. La cantante es colombiana y durante los nueve años que ha vivido en Ecuador ha aprendido a conocer y valorar esta cultura.

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