Bronceada, con larga melena suelta, unos pantalones negros ceñidos y un top abierto, la cantante y actriz Miley Cyrus se presentó ayer en Madrid. Lo hizo con una imagen propia de una estrella del rock, alejada del personaje de Hannah Montana que desde la televisión y el cine la lanzó a la fama y la convirtió en ídolo de niñas y adolescentes. “Ahora soy yo misma”, explicó la estadounidense en rueda de prensa. “Estoy tratando de crear mi propia personalidad, mi propia imagen”.
Ha madurado, dijo, pero eso no significa que reniegue del adolescente de Disney. “Estoy muy orgullosa de él, porque inspiró a muchas jóvenes”.
Tras haber vendido 15 millones de copias de sus anteriores trabajos en todo el mundo, la joven artista se encuentra ahora en España para presentar su nuevo disco, ‘Can’t be Tamed’, que sale a la venta el 22 de junio y en él, con una imagen más sexy y provocadora, intenta hacer ver a su público que a sus 17 años ha crecido. El primer concierto en España lo ofrecerá el 6 de junio en el festival Rock in Río de la capital española, después de haber actuado la semana pasada en el mismo festival en Lisboa.