Es un ‘fenómeno’ literario-televiviso-cinematográfico en Colombia y fuera de ella.
Primero fue una novela que entró en la lista de los libros más vendidos en este país. Posteriormente, pasó a ser una exitosa telenovela, que al final tuvo tres versiones. Estas fueron montadas por la cadena colombiana Caracol TV, la española Telecinco y la estadounidense Telemundo y se difundió en una treintena de Estados, entre ellos Ecuador. Actualmente se prepara su estreno, mañana, en el cine.Con ‘Sin tetas no hay paraíso’, y al margen de la discusión sobre la calidad literaria de su obra, Gustavo Bolívar Moreno (Girardot, 1966) se ha colocado el rótulo del escritor colombiano más leído después de Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura en 1982. A Moreno se le considera el creador del aquí llamado ‘realismo trágico’.
El libro presentado en el 2005, que se consigue por 34 900 pesos colombianos (alrededor de USD 18), ha vendido además 100 000 ejemplares en México. Y fue el punto de partida de un ‘fenómeno’ mediático y de mercadeo que ya dura un lustro. Si el filme, que genera expectativa, tiene éxito, entonces se apuntala la posibilidad de una saga cinematográfica.
¿Cuál es la clave del éxito? En una entrevista con el programa cultural nocturno de la emisora colombiana RCN, el propio autor explicó su fórmula. Se trata “de un tema tan ‘efectista’ como es toda esta cosa relacionada con el narcotráfico y la estética de los narcotraficantes”, que atrae más a las audiencias, en desmedro de las novelas romanticonas cuyo final es predecible.
Con la tesis de la exploración que ‘Sin tetas no hay paraíso’ hace de la estética del narcotráfico coincide Alberto Amaya. Él es crítico cinematográfico y director de la Escuela de Cine y Televisión de la Universidad Nacional de Colombia. “La forma de vida que crearon los narcotraficantes, de alguna manera, se hace muy atractiva para un segmento de la sociedad colombiana, en el sentido de que está el tema del dinero fácil. Eso ha generado una temática de interés masivo en Colombia”.
En la misma línea, María Elena Villamil, monitora del Fondo de Documentación Mujer y Género de Colombia, sostiene que la pieza de Bolívar Moreno se inscribe en el contexto de muchas producciones que hablan sobre la violencia y las mujeres. “Pero se enfoca el tema desde el estereotipo que se tiene de las damas, que está atravesado por la ‘apropiación ‘del cuerpo femenino en el contexto de la complejidad de la guerra y del conflicto armado”.
El éxito de ‘Sin tetas’ (o ‘Sin senos’) también se refleja en el presupuesto destinado al rodaje: USD 2 millones. Su autor sostiene que es uno de los más altos para una producción colombiana. Y que para ir a verla “es preciso despojarse de los tapujos de encontrarnos con algo desagradable porque no lo hay, puesto que todo es real”.
Sin truculencias de por medio, la película, según Moreno, incluye una operación real de aumento de senos. Esta fue practicada a Isabel Cristina Cadavid, la joven que encarna a Catalina, la protagonista de la cinta.
El filme aborda el drama de Catalina. La muchacha está convencida de que para acceder a los favores de los narcos debe aumentar el tamaño de sus senos. Y hace lo imposible por reunir fondos para costearse los implantes. Al final de cuentas, el esfuerzo resulta vano.