La actriz Lindsay Lohan enfrentó ayer una jornada judicial en una corte de Beverly Hills. Allí, la jueza Marsha Revel, tras la audiencia, decidiría los próximos pasos en la vida de la artista acusada de conducir ebria en el 2007 y bajo sospechas de violar su libertad condicional en los últimos meses.
La representante de la Fiscalía recordó a la jueza que el mes pasado se activó la alarma del brazalete electrónico que controla el consumo de alcohol de la actriz durante una fiesta de los premios MTV, según indicaron medios locales.
Pero según Revel, esa supuesta falta de Lohan será tratada como una violación de la fianza y no como una violación de la libertad condicional.
Por ahora, la jueza determinará si Lohan ha cumplido con la serie de clases de educación sobre el consumo del alcohol que son una condición para su libertad condicional. Lohan, de 24 años, apareció en la Corte de Beverly Hills casi 30 minutos antes de que comenzara la audiencia a las 16:30.
El 8 de junio, Revel ordenó el arresto de la actriz por violar los términos de su libertad condicional y le impuso una fianza de USD 200 000. AFP