Tras los sucesos de ‘Los Vengadores’, Steve Rogers-Capitán América pasa sus días en Washington. En medio de una misión descubre que algo sucio ocurre con la agencia S.H.I.E.L.D. Entonces, junto a la Viuda Negra y al Halcón deberá remover aquello en lo que creía y restablecer el orden, mientras combate con un nuevo villano pero viejo conocido: el Soldado del Invierno.
Obviando la megaindustria tecnoarmamentista que alardea en la película, el tono de la historia recuerda los thrillers de los años 70. Al estilo de James Bond, el espionaje y contraespionaje, las identidades secretas, las organizaciones conspiradoras y las amenazas contra el orden mundial están en el filme. Y los sospechosos de siempre son partícipes: EE.UU., Rusia (como fantasma de la URSS), Francia y Alemania; pero también caben las referencias a los países latinoamericanos y a las potencias emergentes.
Otro elemento que recuerda al cine de acción del pasado es la presencia de los combates cuerpo a cuerpo, esa vieja escuela del héroe que prefiere los golpes antes que los botones, aunque aviones se derriben a su alrededor.
Si el enemigo de Steve Rogers en su tiempo provenía de la amenaza nazi, los de ahora provienen de la tecnología y del uso de la información; claro… con una organización perversa detrás. El manejo del ‘big data’, la pesadilla de la vigilancia, la encriptación de secretos que ponen en peligro el orden mundial, los avatares de la geopolítica en tiempos de virtualidad e inmediatez están entre los males.
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Mas el mayor conflicto del Capitán América reside en su intento de llevar sus valores a la realidad política del 2014. En ese sentido, lo que ‘Capitán América y el Soldado del Iinvierno’ pone en juego es el dilema entre libertad y seguridad, ¿la una sobre la otra, o viceversa? Ambas se sostienen, pero si la segunda es definida según las lógicas del miedo, qué se espera.
En cuestiones como esta reside la fascinación por el cine de superhéroes y el cómic: personajes de ficción proclamando sus declaraciones sobre el mundo real.
Ya que la acción se conjuga con el humor y la emotividad, el espectador no puede desviarse de que ‘Capitán América y el Soldado del Invierno’ viene del cómic y del universo de superhéroes. Por más aspectos políticos, históricos y sociales que incidan en el relato, este no deja de ser producto de la cultura pop.
Este filme -de propuesta inteligente dentro de los límites expuestos, uno de los mejores de la franquicia- resulta una manifestación que con sus mayores esfuerzos no alcanza niveles de compromiso. Como parte del entretenimiento y del consumo, además de la iconografía propia del patriotismo estadounidense, se exhiben imágenes de ‘product placement’, las más evidentes una marca de autos, otra de productos informáticos y algunas golosinas. A lo cual se suma la vinculación con el resto de héroes de la casa. Y -de más está decirlo- tras los créditos finales está un nuevo ‘sneak peek’ de lo que vendrá en las adaptaciones fílmicas del universo Marvel.
Jack Kirby
El historietista estadounidense (1917 -1994) (Izq. en la foto)fue uno de los creadores del Capitán América en 1941; y tras su regreso de la II Guerra Mundial cultivó otros género, a la vez que dio vida a más superhéroes de la casa Marvel, entre ellos Los 4 fantásticos.
Joe Simon
El artista gráfico (1913 – 2011) (Der. en la foto) fue el otro creador del Capitán América, además de ser el primer editor de Timely Comics, que pasó a ser Marvel Comics. También trabajó para la casa DC y participó en las historietas de la llamada ‘Edad Dorada’.