Como las 48 000 toneladas del Titanic. Así se podría cuantificar el peso artístico que ha logrado obtener el actor estadounidense Leonardo DiCaprio en la industria cinematográfica de Hollywood. Desde los comerciales de televisión a los cinco años, a las series de televisión de los años 80, la interpretación y el compromiso han sido el distintivo que lo catapultaron a protagonizar papeles de gran peso a lo largo de su carrera.
No se puede dejar pasar por alto sus cualidades, pese a su atractivo físico. Gracias a esto, Robert De Niro -ídolo de Di Caprio- lo seleccionó entre 400 jóvenes para el papel principal en el filme ‘This Boy’s Life (1992). En esta producción, el adolescente de 18 años, fue puliendo su técnica junto a la estrella de ‘Taxi Driver’.
Luego, en 1993, la crítica lo aclamó por su impecable papel en la película ‘¿A quién ama Gilbert Grape?’, donde participó con Johnny Deep. En esta producción, actuó como un joven con discapacidad mental. La gestualidad y capacidad histriónica, desarrollada gracias a las visitas a hospitales psiquiátricos, le valieron su primera nominación al Oscar en 1994. Incluso Janet Maslin, del rotativo The New York Times, afirmó que “el verdadero espectáculo en la película proviene del Sr. DiCaprio”.
Con la juventud y la experiencia bajo el brazo, llegaron las superproducciones que lo convirtieron en la mega estrella de la industria. En 1996 se estrenó la película ‘Romeo + Julieta’, de Baz Luhrmann, basada en la obra literaria de William Shakespeare. El ´Romeo moderno’, que mantuvo el diálogo original del libro, caló profundo en las adolescentes de la época. El proyecto recaudó USD 147 millones.
‘Titanic’ marcó, sin duda, un antes y un después en la carrera del actor. Junto al director James Cameron y a la actriz británica Kate Winslet, lograron amalgamar una historia de amor y de tragedia. Pese a que los cinéfilos de peso no aceptaron la cinta de la mejor manera, la audiencia sí lo hizo. El papel del romántico Jack Dawson, enamoró a gran parte del público femenino y gracias a ello, ‘Titanic’ se convirtió en la película más taquillera del momento. Se mantuvo más de cuatro semanas como protagonista de las carteleras estadounidenses.
Tras la fama, DiCaprio se agobió del constante asedio de los paparazis y de las persecuciones en los aeropuertos. Quizás por ello decidió dar un giro en su carrera y dejar de ser el ídolo encasillado en las megas producciones.
En 1998 aceptó un papel doble como Luis XIV de Francia en la película ‘El hombre de la máscara de hierro’. La cinta tuvo una considerable taquilla (USD 35 millones) pero no alcanzo buenos elogios por parte de la crítica. Lo mismo le ocurrió dos años más tarde con su actuación en ‘La Playa’. De este filme, la revista especializada Variety afirmó que el actor “es demasiado caracterizado como un hombre común americano”.
El salto cuántico llegó de la mano con los genios de Hollywood en el 2002. El papel dinámico del falsificador de cheques Frank Abagnale Jr., en ‘Atrápame si puedes’, le brindó una nueva chance en su carrera como actor. Con Steven Spielberg como director y el gran Tom Hanks en calidad coestrella, DiCaprio logró dejar detrás el fantasma de ‘Titanic’. Fue una producción corta y con un relato fresco enmarcado en el contexto de crimen-comedia.
Ese mismo año -2002- nacería una de las duplas más rentables de la historia del cine anglosajón. La genialidad de Martin Scorsese y el talento de Leonardo DiCaprio se vieron las caras en la película de época ‘Pandillas de Nueva York’. La producción contó también con la calidad interpretativa de Daniel Day-Lewis, que se llevó los elogios.
A partir de entonces, esta dupla se ha reencontrado en otras producciones como ‘El Aviador’ (2004), ‘Los infiltrados’ (2006), ‘La Isla siniestra’ (2010) y ‘El lobo del Wall Street’ (2014), por esta última ganó un Globo de Oro a mejor actor de comedia.
En los últimos años, Leonardo DiCaprio se ha caracterizado por su exquisitez al momento de elegir sus papeles, que le puedan representar un crecimiento y una proyección diferente al resto de sus colegas. Así, ha llegado a formar parte de importantes producciones como ‘Django Desencadenado’, junto a Tarantino; ‘El Gran Gatsby’ o ‘El Origen’, del director ‘filosófico’ Christopher Nolan.
Todo este bagaje y experiencia todavía se encuentran a la espera de obtener el reconocimiento que todo actor espera en su carrera, el premio Oscar.