Los cabos sueltos en la historia de la modelo colombiana capturada en China

El interés en el caso de la modelo y jugadora de fútbol aficionado radica en que allegados han dejado en evidencia contradicciones en los datos que Juliana suministró.  Foto: Archivo/ EL TIEMPO DE COLOMBIA

El interés en el caso de la modelo y jugadora de fútbol aficionado radica en que allegados han dejado en evidencia contradicciones en los datos que Juliana suministró. Foto: Archivo/ EL TIEMPO DE COLOMBIA

El interés en el caso de la modelo y jugadora de fútbol aficionado radica en que allegados han dejado en evidencia contradicciones en los datos que Juliana suministró. Foto: Archivo/ EL TIEMPO DE COLOMBIA

La familia de Juliana López Sarrazola no tiene duda alguna de que la modelo colombiana, de 22 años, fue víctima de una trampa que hoy la tiene presa en una cárcel de China por narcotráfico y que la enfrenta incluso a la pena de muerte.

Su caso ha desencadenado gran solidaridad entre familiares y allegados que insisten en que Juliana es inocente y en que no es la dueña del computador que apareció en su equipaje de bodega, con una sustancia ilícita, cuando llegó al aeropuerto de Guangzhou.

Sin embargo, han surgido varios cabos sueltos en la historia que han llamado la atención de las autoridades nacionales que rastrean a tres redes de mulas del narcotráfico que nutren los mercados de China y Hong Kong.

Una de las redes opera en el Eje Cafetero y otra más, en Medellín, conectada con la banda de 'los Úsuga'. En ambos casos reclutan a parejas o a mujeres jóvenes y taxistas para llevar droga en sus equipajes a cambio de 35 millones de pesos por viaje.

El interés en el caso de la modelo y jugadora de fútbol aficionado radica en que allegados han dejado en evidencia contradicciones en los datos que Juliana suministró. Por ejemplo, Melissa, una de sus primas, asegura que la modelo dijo que viajaría a Panamá a comprar mercancía para vender. Sin embargo, al menos dos familiares sabían que iba para China.

¿Por qué ocultó el destino de su viaje si ya, en el 2014, se había desplazado a ese país con su entonces pareja, Juan Esteban Marín García, también capturado en el país asiático?
Aún es incierta la razón. Lo que sí está confirmado es que el destino de la modelo era tan claro que allegados no titubearon al buscar noticias de la joven en la embajada de Colombia en China cuando esta dejó de enviarles mensajes por las redes sociales.

La cónsul Juliana Victoria Ortega les confirmó la detención de Juliana, el 20 de julio, en la terminal 3 del aeropuerto de Guangzhou, en Cantón (sur de China), y les entregó otros detalles del caso, que pidió mantener bajo absoluta reserva.

“Las autoridades chinas suelen rastrear los antecedentes de los capturados a través de la prensa para anexarlos al expediente, por eso no son buenas las contradicciones”, explicó un investigador que siempre les aconseja prudencia a las familias de los capturados. A pesar de la advertencia y de que las autoridades diplomáticas se negaron a revelar públicamente qué sustancia y cantidad llevaba el computador que iba en el equipaje de la modelo, varios allegados lo sabían.

“Pasta de coca”, le dijeron a la prensa familiares y amigos, entre ellos integrantes del equipo de Las Divas del Fútbol, en el cual jugaba Juliana. Al respecto, las autoridades manifestaron que se trataría de un caso atípico porque las mulas suelen llevar heroína, coca en polvo o coca líquida.

Exnovio, ¿la clave?

Lo que nadie contó –y solo trascendió este miércoles (29 de julio) tras indagaciones y revelaciones de EL TIEMPO– es que Juan Esteban Marín García, el exnovio de Juliana, estaba en China y fue capturado dos días después.

Según se lee en su pasaporte, Marín nació el 3 de enero de 1990 y, según sus amigos, conoció a Juliana en la Liga de Fútbol de la Universidad San Buenaventura, donde estudiaban ambos.
Movimientos migratorios del joven –estudiante de Negocios Internacionales– muestran que ya había ingresado a China el 4 de diciembre de 2014. Y tiene un desplazamiento más en compañía de Juliana.

David Muñoz, tío de la joven, aseguró que esa relación ya se había terminado y que al muchacho lo vieron eventualmente en la casa cuando visitaba a la modelo. También insiste en que su sobrina pudo actuar bajo presión. Pero el último tuit que escribió Marín en su cuenta parecía prever lo que iba a pasar.

“Si esa es tu voluntad Señor, aunque duela, es lo que tienes para mí. Dame fuerzas para afrontar esta situación. Cuídame angelito”, tuiteó el 2 de julio, 18 días antes de que lo capturaran.
Mientras se aclaran estos hechos, la familia de Juliana continúa recogiendo fondos para pagar su defensa y alegando que es inocente.

Familia le enviará carta

Familiares de Juliana se reunieron el miércoles para redactar una carta que le enviarán por medio de la Cancillería para darle ánimo. David Muñoz, tío de Juliana, contó que la Cancillería está gestionando una cita con autoridades de China para hablar con ella y darles razón a sus allegados.

Hasta ahora, los padres de la modelo no tienen detalles sobre qué tipo de droga ni cuánta cantidad llevaba. Muñoz contó que la última comunicación que tuvieron con ella fue por Skype cuando hizo escala en París.

“Si mi sobrina salió con droga desde Colombia, ¿por qué no lo detectaron las autoridades del país ni las de Francia?”, dijo.
Muñoz explicó que la madre tenía el itinerario del vuelo de su hija al país asiático, pero que a su llegada nunca se comunicó por teléfono ni por Internet.

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