En el mundo de la música ecuatoriana, varios artistas dejan su huella en diferentes géneros y generaciones. Uno de los más destacados es Jombriel, un joven de 21 años originario de Esmeraldas, quien se convirtió en el máximo referente de la música urbana en Ecuador.
Con su estilo único y su capacidad para conectar con su audiencia, Jombriel logra dominar las listas musicales. Ya alcanzó el número uno en el Top 50 de Spotify en Ecuador con su canción Vitamina. Lo hizo superando incluso a artistas internacionales como Bad Bunny.
Pero, más allá de Jombriel, ¿qué otros artistas levantan la bandera de Esmeraldas?
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Desde Papá Roncón hasta Jombriel, de Esmeraldas para el mundo
Jombriel, cuyo nombre real es Jonathan Gabriel Cedeño Romero, comenzó su carrera musical a los 17 años incursionando en el freestyle.
La pandemia de Covid-19 lo impulsó a profundizar en su pasión por la música, que había tenido desde pequeño. En 2021, Jombriel lanzó su primer EP, ‘La Nueva Sangre’, en colaboración con productores locales.
Sin embargo, fue su canción Parte y Choke la que realmente lo catapultó a la fama internacional, con un remix junto a Ryan Castro que se convirtió en un fenómeno viral en plataformas como TikTok.
Karla Karona también tiene sangre esmeraldeña
Karla Kanora, con 48 años, es una figura destacada en la música ecuatoriana. Fue la primera artista femenina en ganar un disco de Oro y un disco de Platino por ventas de su álbum ‘Por amor’, un logro que la coloca en un lugar especial en la historia musical del país.
Es el turno del esmeraldeño Waldokinc El Troyano
En la provincia de Esmeraldas, Waldoinc El Troyano, un artista rubano de 38 años, está dejando su huella en la cultura local. Es conocido por producir sus propias canciones.
La música de Papá Roncón sigue sonando
En el ámbito de la música tradicional, la memoria de Papá Roncón, quien falleció en 2022 a los 92 años, sigue viva. Fue un músico que cultivó la tradición de la marimba, un instrumento emblemático de la cultura ecuatoriana.
Finalmente, Petita Palma, con 98 años, es una artista que creció escuchando los ritmos tradicionales del bombo, el cununo y el guasá.
En 2007, recibió el Premio Eugenio Espejo, un reconocimiento a su contribución a la cultura ecuatoriana.