En la mañana del 21 de Septiembre del 2015, el Padre Steven Sánchez de Albuquerque, Nuevo México –un exorcista sancionado por la iglesia católica y amigo de la demonóloga Lorraine Warren– realizó una bendición en el foro 4 de los estudios de Warner Bros. en California para el elenco y el equipo de producción. Los realizadores no querían tomar ningún riesgo y solo tras el oficio religioso se inició el rodaje de la segunda parte de la saga de terror ‘El conjuro 2: el caso de Enfield’.
Video: YouTube, canal: Warner Bros. Pictures Latinoamérica
Nueve meses después la cinta dirigida por James Wan se estrena en las salas de cine del Ecuador, con la representación de otro caso que involucra a los investigadores paranormales Ed y Lorraine Warren. La cinta está ambientada a finales de los 70, cuando los Warren viajan al norte de Londres para enfrentar una entidad demoníaca que ha echado raíces en el hogar de la familia Hodgson, en el populoso barrio de Enfield. Pero lo que muchos consideraron una farsa se convertiría en uno de los casos más documentados en la historia de los fenómenos paranormales, cuyos registros fueron fundamentales para adaptar la historia a la gran pantalla, a partir del guión de Chad y Carey Haynes.
“Del repertorio de casos investigados en su vida, Enfield es uno de los más cautivadores y aterradores. También es uno de los más interesantes ya que en muchos sentidos es un reflejo del terror en Amityville, así que en la película tocamos eso también”, explica el director Wan sobre el desarrollo de la producción.
Vera Farmiga y Patrick Wilson retoman sus papeles como Lorraine y Ed en este nuevo capítulo. “No hubo ninguna parte de esta historia en la que sintiéramos que estábamos repitiendo lo que ya habíamos hecho. Nos empeñamos en hacer algo diferente y eso era muy importante para mí”, asegura Wilson sobre el trabajo interpretativo que ubica a los actores en un contexto distinto al de ‘El Conjuro’.
La historia abandona la ruralidad de los Estados Unidos para desarrollarse en un edificio de apartamentos en el centro de un populoso barrio de Londres, una ciudad que experimenta importantes cambios culturales, como el nacimiento del movimiento punk rock, pero que también se enfrenta a una profunda crisis económica en la década de los 70.
Es en ese escenario donde una familia se enfrenta a fuerzas inexplicables que ponen a prueba su fe y su razón, en un caso que más allá de los registros y la versión de los involucrados ha dejado abierta una ventana a la duda sobre la existencia de este tipo de fenómenos. “Cuando Ed y Lorraine llegaron a la casa, sentí por primera vez que un tipo de consuelo había llegado, y que ellos habían venido para tratar de ayudarnos,” dijo Janet Hodgson Winter, la verdadera mujer que experimentó la mayor cantidad de efectos del fenómeno paranormal en la familia Hodgson cuando era una niña de 11 años y que participó como consultora en la película.