Historia, música y danza en la cantata ‘1822 la batalla que no termina’

Alrededor de 150 artistas participaron en la cantata ‘1822 La Batalla que no Termina’ en el marco del Bicentenario de la Batalla de Pichincha. Foto: Municipio de Quito.

La plaza de San Francisco, en el Centro Histórico de Quito, sirvió como escenario para el estreno de la cantata ‘1822 La batalla que no termina’.

El espectáculo escénico y musical se presenta este martes 24 y miércoles 25 de mayo del 2022, a las 19:00. Alrededor de 150 artistas, entre músicos, cantantes y bailarines se desplegaron en escena ante cientos de personas que seguían la obra.

Un espectáculo interdisciplinario

La cantata ‘1822 La Batalla que no Termina’ es un espectáculo interdisciplinario de gran formato, que incorpora música, teatro, danza contemporánea, multimedia, entre otros lenguajes.

La obra cuenta con la dramaturgia de Arístides Vargas, la creación musical de Jorge Oviedo y la dirección de Jossy Cáceres. Es coproducida por la Fundación Teatro Nacional Sucre y la Coordinación Técnica Bicentenario de la Secretaría de Cultura.

Los bailarines fueron escogidos entre cerca de 70 postulantes que aplicaron a la convocatoria del Teatro Sucre.

Los personajes invisibles

El repique de campanas en las iglesias del Centro Histórico de Quito dio inicio a la cantata, en la noche del 24 de mayo del 2022.

En escena, el elenco de bailarines y cantantes dieron vida a conocidos personajes históricos, así como a lavanderas, pregoneros y ciudadanos que fueron testigos y actores de este proceso histórico. Muchos de ellos han sido relegados a un segundo plano en la historia oficial.

En ese contexto, la cantata reivindica la presencia y participación de estos hombres y mujeres, habitantes de Quito, que cumplieron un importante papel dentro del proceso de la independencia.

El relato de la gesta histórica es musicalizado por los músicos de la Banda Sinfónica Metropolitana, Orquesta de Instrumentos Andinos, Ensamble de Guitarras, Coro Mixto, cantantes líricos y los coros infantiles y juveniles del Teatro Sucre. A este elenco se sumaron más 28 músicos invitados, que participaron en los acompañamientos de cuerdas.

Una obra en tres actos

Divida en tres actos, la obra comenzó evocando los eventos históricos de 1809, que marcan el inicio del proceso independentista de Quito. En esta primera parte, Manuela Cañizares y otros patriotas discuten las primeras ideas de autonomía.

En las calles, los quiteños expresan su preocupación por la invasión napoleónica, pero también se llenan de valor y un deseo de independencia en medio de las injusticias y el sometimiento de la corona española en tierra americana.

En el segundo acto, la independencia y una nueva república es una idea que toma forma entre ideales y la desconfianza de simpatizantes y detractores.

Con movimientos precisos, los bailarines construían imágenes y emociones que complementaban los cantos y declamaciones que narraban la historia. El vestuario de los coros y solistas marcaban los tiempos históricos en los que transcurría el relato. Al fondo, sobre la fachada de la iglesia franciscana el mapping completaba el cuadro.

El último acto el espíritu libertario impulsa las acciones de los patriotas que se llenan de valor al escuchar noticias sobre el avance del Mariscal Sucre. La batalla es inevitable y sobre el campo, los cuerpos de los caídos y las proclamas de los vencedores dan paso a una nueva página en la historia.

Esta obra interdisciplinaria de gran formato se repetirá en la noche de este miércoles 25 de mayo del 2022.

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