En la portada de su último álbum, Bruce Sprinsteen aparece tal y como lo ven sus fans: en forma, con atuendo rockero y la guitarra eléctrica al hombro. Y es que a sus 64 años, el “Boss” sigue siendo casi un héroe juvenil que con ‘High Hopes‘, a la venta desde mañana, tampoco defraudará.
El dosificado mix de temas inéditos, pulidas versiones de estudio de algunos grandes éxitos y cuidadas interpretaciones de temas de terceros suena como si fuese justo lo que sus seguidores estaban esperando, pese a que el disco no ofrece nada realmente sensacional.
El vigésimo trabajo del que probablemente sea la estrella más querida del rock llega tras cuatro décadas de carrera, pero desde su esperado regreso en 2002 con ‘The Rising’, centrado en gran parte en los ataques terroristas del 11-S, Springsteen parece no tener freno.
Folk irlandés, rock clásico estadounidense, composiciones políticas, canciones de amor conmovedoras: todo lo que multiplica la fama del incansable y cercano rockero.
Ahora su nuevo trabajo vuelve a llevar uno de esos títulos edificantes típicos de Springteen: ‘High Hopes’. Y al igual que en el álbum anterior, algunos temas tratan sobre la frustración por la realidad estadounidense bajo la desilusionante presidencia de Barack Obama. En American Skin (41 Shots) Springsteen apunta contra la violencia.